Tal día como hoy del año 1519, hace 498 años, moría en Wels (Austria) Maximiliano de Habsburgo -rey de Austria- emperador del Sacro Imperio y suegro de Juan de Aragón y de Juana de Castilla (el primero y segundo hijos de los Reyes Católicos). Era, por lo tanto, consuegro de Fernando e Isabel, y es el punto inicial de una relación -que duraría dos siglos- entre la dinastía Habsburgo y el trono hispánico. Maximiliano y María –su mujer y reina de los Países Bajos- construyeron una unión dinástica que confederaba los respectivos dominios. Una operación similar a la que llevaban a cabo los Trastámara (Fernando e Isabel) en la península Ibérica, con las coronas catalano-aragonesa y castellano-leonesa.

Austria y los Países Bajos formaban parte del conglomerado germánico: el Sacro Imperio; un edificio político que, salvando las distancias, era una organización similar a la actual Unión Europea. Un mosaico de reinos y principados independientes que se coordinaban con la figura de un emperador, inicialmente un cargo electo que en tiempo de Maximiliano se había convertido en hereditario. Maximiliano y María eran las figuras políticas más relevantes de Europa central, en la medida en que Fernando e Isabel lo eran en la Europa meridional. El proyecto común (de Habsburgos y de Trastámaras) de reeditar la confederación europea del medieval Carlomagno, estaba condenado a encontrarse.

Maximiliano y María tuvieron dos hijos: Philippe fue casado con Juana -la loca-, hija de la católica pareja hispánica. Y Margarite con Juan -el heredero de los católicos-, muerto prematuramente sin descendencia. Ninguno de los cuatro llegaron a reinar. Maximiliano y Fernando -los dos consuegros- conspiraron permanentemente para evitarlo. El Católico adoptó a uno nieto –de nombre Fernando- para convertirlo en heredero. Y Maximiliano hizo lo mismo -de nombre Carlos- que al llegar al trono, materializó el triunfo de los Habsburgo sobre los Trastámara; la pinza de Austria y Castilla sobre Aragón, el precedente más remoto de la cita contemporánea de la condesa de Aguirre: "antes alemanes que catalanes".