Tal día como hoy del año 1261, hace 756 años, Jaime I -conde independiente de Barcelona y Rey de Aragón- juraba los Furs de València ante los tres brazos estamentales representativos de la sociedad valenciana medieval: el nobiliario, el eclesiástico y el de las villas y ciudades. Hacía 23 años que los ejércitos catalano-aragoneses habían entrado en el cap i casal del reino valenciano, pero la conquista de la totalidad del territorio todavía no se había completado. El año 1261 la línea que marcaba el límite meridional del futuro reino de València estaba situada sobre el puerto de Biar (entre Alcoi y Xixona). Hasta pasadas tres décadas no serían incorporadas las tierras entre los ríos Vinalopó y Segura.

Cuando Jaime I entró en València, cap i casal (1238), inició el proceso de construcción política del País Valencià, para convertirlo en una entidad propia y diferenciada de los Estados que habían impulsado la empresa conquistadora (Barcelona y Aragón). Para conseguirlo dotó la ciudad de un sistema político propio inspirado en los fueros municipales de Barcelona, de Lleida y de Zaragoza, las ciudades con el grado de autonomía municipal más desarrollado de sus dominios. Con el juramento de los Furs de 1261 conseguía hacer extensivo el modelo del cap i casal al conjunto del País Valencià -excepción hecha de algunos enclaves que señoreaba la nobleza aragonesa-, y culminar su obra política.

A partir de 1261, las Corts forales valencianas serían el máximo órgano de representación política del país, convertido en reino, y serían -también- el símbolo de la independencia política valenciana dentro del conjunto de dominios de la dinastía Berenguer, el conglomerado denominado Corona de Aragón y que contemporáneamente se identifica -también- como Confederación catalano-aragonesa. Pasado un siglo y medio, el año 1418, las Corts -que no tenían un calendario definido- crearían un organismo permanente inicialmente destinado a la recaudación de tributos, que acabaría asumiendo competencias ejecutivas: la Generalitat valenciana, articulada siguiendo al modelo de la Generalitat catalana que la precedía.