Tal día como hoy del año 1419, hace 598 años, el Principat d'Andorra constituía -de forma reglamentada- la primera cámara parlamentaria de su historia: el Consell General de les Valls. Su precedente -el Consell de la Terra, vigente desde mediados del siglo anterior- no tenía estrictamente reglamentada su composición ni rigurosamente documentada su actividad. El Consell General de les Valls fue constituido inicialmente por 12 miembros (2 por parroquia), número que se ampliaría -poco después- a 24 miembros (4 por parroquia). Las primeras sesiones se celebraron en los porches de la plaza o en el cementerio de Andorra la Vella, y toda la documentación se pasaba a archivar en una arca depositada en la iglesia de Sant Esteve de la capital.

El año 1419 el Principat d'Andorra era un país con poco más de 3.000 habitantes. El escaso volumen de población quedaba justificado por la limitada capacidad de recursos del territorio. Un hecho que, también, contribuía poderosamente a la existencia de profundas desigualdades sociales y económicas. Las poco más de 600 casas del país estaban divididas en dos estamentos claramente diferenciados. Unas 100 casas ricas (los focs) y unas 500 casas pobres (los casalers). Los focs soportaban la mayor parte de la fiscalidad que el conjunto del país aportaba a las cajas de los copríncipes: los condes de Foix y los obispos de Urgell. Y en virtud de esta contribución se reservaron la representación cameral. El monopolio político de la sociedad.

La Casa de la Vall

El Consell General tenía, también, la atribución de nombrar a los batlles de las parroquias -el equivalente a la figura del alcalde- y a los notaris -los representantes del país ante Foix y Urgell. Tanto los síndics -presidentes de la cámara-, como los consellers -diputados-, como los batlles y los notaris, surgían del estamento de los focs. En 1702, después de haber pasado por varias sedes, el Consell General se instala definitivamente en la casa Busquets, actual Casa de la Vall. A partir de 1866, con las reformas políticas impulsadas por Guillem d'Areny-Plandolit, el Consell General iniciaría la adaptación a los modelos políticos modernos. Actualmente se compone de 28 miembros (4 por cada una de las 7 parroquias actuales), que son elegidos por sufragio universal.