Tal día como hoy del año 1410, hace 607 años, el conde-rey Martín el Humano tenía que nombrar a Federico heredero en el trono de la Corona de Aragón. Federico era el único descendente superviviente de Martín el Joven, el hijo y heredero difunto de Martín el Humano. Para conseguir que la cancillería y los estamentos aceptaran los derechos de Federico, Martín el Humano había vencido importantes dificultades. Federico era hijo de una relación extramatrimonial entre Martín el Joven y la aristócrata siciliana Tarsia Rizzardi, y había sido concebido mientras el heredero al trono estaba casado con su prima, la reina María de Sicilia -también de la casa Berenguer-Aragón-, y mientras actuaba como soberano efectivo del reino insular.

Pero el día antes -el 31 de mayo de 1410- Martín el Humano murió repentinamente e inesperadamente. Y la cancillería del difunto conde-rey se negó a culminar el nombramiento. Recuperaron el argumento que había vencido al conde-rey: el origen ilegítimo de Federico, con el propósito de reabrir el debate. Pero el objetivo era otro. Los partidarios de los pretendientes -Jaime de Urgell, Fernando de Trastámara, Pedro de Portugal y Luis de Anjou- conspiraron hasta la extenuación para impedir el nombramiento. Incluso Martines de Luna -el Papa Luna, pariente lejano de Federico- que había trabajado al lado del conde-rey en beneficio de los derechos de Federico se desentendió de una manera misteriosamente sorprendente.

Poco después llegarían las asambleas compromisarias de Alcañiz y de Caspe, fruto de las maniobras políticas de los partidos de los pretendientes. En este punto, la historiografía romántica catalana había presentado el caso como un enfrentamiento entre Aragón y Catalunya, con el País Valencià arbitrando el conflicto. Pero lo cierto es que todos los pretendientes tenían partidarios y detractores en los tres Estados. Y lo cierto es, también, que el debate sucesorio fue, cpn la sospechosa muerte del conde-rey, recuperado y alimentado a propósito con el objetivo de empezar una guerra sorda entre las estirpes más poderosas, que tomarían partido en función a intereses estrictamente familiares y de clase.

Se forja la conspiración contra el limpio|neto de l'ultim Berenguer Aragó. Jaume de Urgell, Pere de Portugal, Ferran de Trastàmara y Lluis d'Anjou

Jaime de Urgell, Pedro de Portugal, Fernando de Trastámara y Luis de Anjou