En muy pocas semanas se decidirán en Catalunya un montón de cosas: los presupuestos, el referéndum y las elecciones. De hecho, los tres acontecimientos están encadenados por más que desde la CUP –o, para ser precisos, desde algunos sectores de la formación como Endavant o Arran– ya se ha empezado el año tratando de separarlas, en un ejercicio de política ficción y como preparándonos a los ciudadanos para una nueva vuelta a la casilla de salida o, lo que es lo mismo, a una no aprobación de las cuentas.

Nadie duda que este mes de enero va a ser toda una montaña rusa y vamos a tener que estar atentos a cuatro ítems informativos que están más interconectados de lo que parece y que apuntan directamente al objetivo de esta legislatura: el referéndum de independencia. El primero, la vinculación entre los retrasos en las urgencias hospitalarias y los recortes en el Departament de Salut. Es cierto que hay problemas en las urgencias hospitalarias y que ha habido recortes en los últimos años. Tanto como que los presupuestos que presentó el vicepresidente Oriol Junqueras en junio y tumbó el Parlament tenían un incremento de 4,8% en sanidad y los que ahora están a debate en comisión contemplan un aumento de más de 400 millones. ¿Quién no cumple? ¿El Govern con el presupuesto? ¿O la oposición impidiendo la inversión?

El segundo es el tema de la educación y la implosión de conflictos en el sector. No hay nada casual en las movilizaciones y habrá que ver quién está detrás de cada una de ellas. No sea el caso que los promotores y las fuerzas políticas que las apoyan simplemente las utilicen para impedir el referéndum. No puede ser casualidad que se amontonen todas las protestas en enero.  

El tercer tema de este mes volverán a ser los Mossos d'Esquadra. A la policía catalana, como policía judicial que es si así es requerida por los tribunales, se la intenta situar enfrente del proceso a partir de iniciativas que tienen una más que dudosa mirada estrictamente judicial. La celeridad que se ha imprimido a los diferentes procedimientos judiciales ha provocado ya más de una tensión.

Son tres ejemplos pero son sobre todo tres obstáculos que, juntos, pueden ser una muralla ante la que tropiece la legislatura. Porque sin presupuestos el referéndum es prácticamente imposible. Sobre todo, porque el president y el Govern que tendrían que impulsarlo se verían obligados a enmendarse a si mismos cuando aseguraron que sin las cuentas aprobadas era inviable llevarlo a cabo. Por eso, todo el mundo tiene que saber lo que se está jugando.