Primer error, casi de principiante: no hay que menospreciar la capacidad de que se encaramen a los primeros lugares de la agenda informativa de las Españas temas que, pese a su escasa trascendencia informativa, funcionarán, ya que dispondrán de grandes altavoces en la medida en que incorporen una crítica exagerada en algunos de los ítems siguientes: independentismo, lengua catalana, el clan Pujol, Barça, TV3, inmersión lingüística, ANC, Òmnium y así podríamos enumerar unos cuantos ejemplos más.

Hecha la anterior aclaración, reconozco que cuando leí que la ANC de Vic había hecho un llamamiento a los asistentes a la cabalgata de Reyes de este jueves para que llevaran fanalets (farolillos) con la estelada ni por un momento pensé en la repercusión mediática que iba a tener. ¿A quién le puede sorprender que en Vic, donde Junts pel Sí y la CUP lograron más del 75% de los votos en las últimas elecciones, o en el conjunto de la comarca de Osona, donde obtuvieron casi el 78%, la ANC haga una sugerencia de este tipo? ¡Será que no están llenas las hemerotecas de iniciativas de partidos políticos o de gobiernos en esta misma dirección! También mucho peores, bastante más: niños cantando el Cara al Sol, o con armamento militar. Algo menos de cinismo, por favor.

Pero claro, como toda noticia exagerada -y una exageración acaba siendo una deformación informativa de la realidad y, en consecuencia, una noticia falsa-  enseguida se constataron sus verdaderas razones: unos, convertidos en jefes de programación de TV3, pedían que el canal catalán de televisión no retransmitiera la cabalgata desde Vic por aquello de la manipulación infantil; otros, culpaban directamente al president Puigdemont de usar a los Reyes Magos para adoctrinar en el soberanismo. Irrelevante debe ser que Puigdemont sea el president de la Generalitat y no el de la ANC.

Reconozcámoslo: ésta sí que ha sido una exitosa Operación Catalunya. Todo el mundo hablando de Vic, los fanalets y las esteladas mientras el Gobierno español lograba en diarios de papel, radio y televisiones que se amplificara la cuestión y casi desapareciera de la agenda la terrible acusación al Ministerio de Defensa del accidente del Yak-42 trece años después. El Gobierno de Madrid cesará a Trillo precipitadamente en las próximas semanas de su destino de oro como embajador en Londres y el presidente Rajoy insistirá en que aquello pasó hace muchos años. Y, claro, lo de Vic es de ahora mismo.