Desconozco cómo habrá encajado la Casa del Rey las audiencias del discurso de Navidad de Felipe VI, pero perder el 30% de la audiencia entre el 24 de diciembre del 2014 y la misma fecha de este año, con las principales cadenas conectando con el evento, no es ninguna anécdota. Refleja los cambios en la sociedad española y un alejamiento de la institución en sus intervenciones públicas, en las que los problemas sociales y territoriales son inexistentes o con un enfoque muy alejado de la realidad. Los datos del seguimiento del discurso aún son más llamativos si se comparan con el cambio de siglo: su padre, el rey Juan Carlos I, alcanzó el 87,2% de share en el año 2000 y un total de 9,1 millones de espectadores.

Es cierto que por aquel entonces la princesa Corina era una gran desconocida para los españoles y todo el serial de los elefantes y las cacerías del Monarca no había sucedido. Este año, un total de 5,8 millones de espectadores han seguido el discurso de Felipe VI, emitido por 25 cadenas de televisión españolas y autonómicas. Entre todas, un 57,6 de share, unos 30 puntos menos que el año 2000. Por comunidades, entre las que menos lo siguieron están Catalunya y Euskadi, algo que no llama la atención si acudimos al histórico de las diferentes emisiones, pero que ha bajado hasta un 41% y 31% respectivamente. Tampoco es tan extraño que sea así, ya que las severas advertencias a los catalanes y a sus representantes legales que promueven el referéndum de independencia para septiembre del 2017 han causado un gran enojo en un sector de la sociedad catalana. El dato de tan solo 16.000 espectadores en la cadena autonómica de la CCMA dedicada a la información, el 3/24, justifica que haya dejado el primer canal de TV3.

Quizás uno de los errores de la Monarquía estos últimos años, en que su desapego de la sociedad catalana ha ido creciendo, es no haber sabido encontrar un carril para circular diferente al del Gobierno español de turno. El PP ha ganado claramente esta batalla, y en estos momentos la política española, excepto Podemos, repite un mismo discurso que básicamente se resume en ir diciendo que los catalanes tienen que acatar las leyes y que si no actuarán los tribunales. Pero lo cierto es que con esta música cansina las dos realidades, Catalunya y España, cada día están más alejadas y un 85% de la ciudadanía catalana reclama un referéndum de independencia. Y eso no va a cambiar.