La frase del título ni es mía ni está completa. Para que el lector pueda tener todos los elementos, la ha pronunciado este lunes el portavoz del PSOE, Óscar Puente, alcalde también de Valladolid y dice así: "La verdad es que el asunto catalán me cansa, me aburre, me da mucha pereza; al 90% de los españoles tampoco les interesa la cuestión catalana". Al señor Puente hay que agradecerle la franqueza de su exposición que, por otro lado, no debe ser ajena a la que tienen muchos otros dirigentes políticos españoles. Quizás en eso radica la diferente aproximación a la cuestión catalana: ¿cansado, aburrido y con una pereza enorme se puede llegar a entender lo que plantea una mayoría de diputados del Parlament de Catalunya? ¿O por qué salen a la calle cada 11 de septiembre cientos de miles de catalanes? ¿Se puede comprender, cansado, aburrido y con una cierta pereza, que personalidades políticas hayan quedado inhabilitadas, otras estén en fase de inhabilitación en los juzgados o que todo un gobierno compuesto por dos partidos, uno de centroderecha y otro de centroizquierda en terminología europea, plante cara en defensa de un referéndum para que los ciudadanos catalanes puedan votar el próximo 1 de octubre?

Debe ser imposible. Incluso inabarcable desde el agotamiento que debe producirle al señor Óscar Puente. Debe pensar que, sin duda, puestos a buscar hobbys los hay mucho más cómodos que estar hablando todos los días de Catalunya. El alcalde de Valladolid, sin ir más lejos, ha encontrado, al menos uno, en su tierra natal, donde se declara un gran defensor de la Semana Santa y desfila como cofrade de la Cofradía del Descendimiento y Santísimo Cristo de la Buena Muerte y los otros nueve días de la Semana Santa acude como autoridad a alguna procesión. Y, no es ni mucho menos, reprobable que lo haga. Allá cada uno con su tiempo libre. Lo que sucede, Óscar Puente lo tendría que saber, o se lo tenían que haber explicado para ser portavoz del PSOE, es que ese cansancio que él dice tener, el 80% de los catalanes quieren superarlo con un referéndum acordado y la mitad del censo incluso con un referéndum no pactado.

Respecto a la cuestión de que a los españoles no les interesa el tema catalán podemos estar de acuerdo. Interesa a sus políticos y a los medios de comunicación como una manera de oponerse a las reivindicaciones catalanas. Puente incluso se atreve a poner un porcentaje de los españoles a los que no les interesa el debate catalán: el 90%. Si dejamos fuera Catalunya, concluiríamos que no le interesa a nadie. Parece mentira tanto esfuerzo por parte del Gobierno español por algo que no interesa a ningún ciudadano del Estado. Quizás que se lo explique a Mariano Rajoy y Pedro Sánchez y a lo mejor concluyen que oponiéndose al referéndum están perdiendo doblemente el tiempo: porque no interesa a ningún español y porque el Govern de la Generalitat ha garantizado su realización.