Dice el refrán que una cosa es predicar y otra dar trigo, que viene a querer decir que es mucho más sencillo dar consejos que practicar lo que se aconseja. O lo que es lo mismo: llenarse la boca hablando de ser el gobierno que resuelve desde Madrid los problemas reales de la gente y, cuando estos surgen, simplemente desaparecer. O negarlos. O decir que no hay para tanto. O irse de vacaciones. O verlo por Televisión Española, donde, incluso, el problema aparece en un frame lleno de imaginación. O, ¿por qué no?, acabar haciendo responsable a la Generalitat, que no tiene ninguna competencia.

Seguramente, los miles de ciudadanos que han padecido desde hace meses diferentes problemas en el aeropuerto de El Prat -primero fueron las largas colas en el control de pasaportes- y que este viernes vivieron por la huelga de los trabajadores de seguridad el caos más absoluto durante unas horas en las dos terminales del aeródromo barcelonés habrán pensado que ese era su problema real -aparte del lógico enfado e irritación. Y que el Ministerio de Fomento, Aena, la empresa de seguridad Eulen -qué más da, porque todo forma parte de la misma raíz del problema- les han utilizado como rehenes.

Muchos usuarios del aeropuerto han contactado con nosotros estas últimas horas. Una persona que viajaba a una isla caribeña en la noche de este sábado me permite hacer uso de un mensaje que me dejaba atónito y que reproduzco tal cual: "Al acabar de pasar los controles le pregunto a uno de Eulen: ¿Cómo va la huelga? Me dice que llegó el lunes desde Sevilla y que él es un esquirol. Le pregunto si es verdad que les pagan poco. Y me dice que es mentira, que ellos cobran bien y que las razones de la huelga son otras. Deduzco que todo forma parte de la Operación Catalunya". 

Por la mañana, el periodista Pere Mas había explicado el trato inhumano a una embarazada de nacionalidad inglesa, que había acabado llorando. Mientras tanto, la controladora se reía. Foment del Treball, poco sospechosa de señalar al Gobierno de Madrid cuando hay problemas, ha pedido "responsabilidad a la Administración del Estado, Aena y Eulen".

Y, sin acuerdo a estas horas, veremos en qué acaba la segunda jornada de huelga prevista para este domingo. Por si acaso, tengan paciencia, que es una frase que parece hecha ex profeso para cuando hay que hablar de las infraestructuras y de la inversión del Estado en Catalunya.