Qué fácil era hablar de Grecia. De Alexis Tsipras y del Banco Central Europeo. De la globalización y de la troika comunitaria. Y de Yanis Varoufakis, el carismático exministro de Finanzas de Grecia de la cabeza rapada al que se invitaba a Barcelona para que elogiara a los anfitriones. O de los inmigrantes y de la maldad intrínseca del Partido Popular. De la corrupción de Convergència y de Jordi Pujol. De eso hablaba esa nueva izquierda perpleja porque el mundo no entiende que ellos claro que están por el referéndum, pero que a ese engendro de Puigdemont y Junqueras no pueden sumarse. Ellos quieren el de verdad. El que hicieron en Quebec y Escocia. Y, claro, como que el PP y el PSOE no quieren y Ciudadanos tampoco, ellos solo pueden poner tierra por en medio.

¡Que bien se está en la zona de confort! Si CiU y PSC pudieron estar muchos años y bien que les fue, ¿por qué ellos no pueden ni tan siquiera descansar un rato? Quizás tengan razón y es que nadie, excepto ellos mismos, les entiende. Esa zona de confort que aguanta todas las declaraciones posibles y en la que las hemerotecas, la fonotecas y los vídeos no existen. Solo el presente. Y el mañana, ya veremos. Y es que, además, el Estado parece ir muy en serio y no se está con miramientos a la hora de las inhabilitaciones. Hay alcaldes y alcaldesas en diferentes procesos judiciales por querer que se vote en un referéndum.

Y, en medio de todo eso, viene Albano Dante Fachin, el líder catalán de Podemos, diciendo que su organización ha adoptado a través de los círculos, el proceso participativo que tienen establecido, la decisión de participar activamente en el referéndum. Yo no sé si es un obús a los comunes, que este fin de semana aprobarán su posición ante el referéndum -provisional, claro, a la espera de si la marea refrendaria les obliga a ser más valientes en septiembre-,  o todo un desafío a la dirección de Pablo Iglesias y Pablo Echenique, que han corrido a desautorizarlo. El primero con una frase, cuando menos, para recordar y tener presente: "Si yo fuera catalán, no participaría en este referéndum". Muy rápido parece haber olvidado Iglesias de los votos que generosamente le dio Esquerra Republicana en su fallida moción de censura a Mariano Rajoy. Seguro que ERC ha tomado nota.

Pero el envite más importante a los comunes ha venido del emblemático Xosé Manuel Beiras, icono del nacionalismo gallego, hoy portavoz de Anova y miembro de En Marea, la coalición electoral de la confluencia con Podemos en Galicia. Beiras, político de lenguaje directo y contundente, sin pelos en la lengua, ha señalado que En Comú Podem no puede tener dudas sobre cual es su sitio que, según él, no puede ser otro que al lado de los que quieren el referéndum. "Hay que hacerlo, pase lo que pase", ha señalado Beiras, que lo ve como un torpedo a la línea de flotación del sistema. Pero Beiras no quiere cargos; solo quiere cambiar el mundo.