Las empresas catalanas han obtenido unos mejores resultados que las del resto de España en 2016, tanto en ventas como en rentabilidad, según el VIII Diagnóstico Financiero de la Empresa Española realizado conjuntamente por la patronal Cepime y EADA Business School. Según el autor del informe, Rafael Sambola, el comportamiento de las empresas catalanas ha sido más favorable que el de las del resto del Estado. Sin embargo, se ha dejado constancia que la situación económica de las empresas españolas "ha mejorado significativamente" en este 2016 con un incremento positivo de las ventas, la facturación o la rentabilidad.

Eada Cepyme

En comparación, el incremento medio de las ventas para las empresas catalanas es del 5,7% en el 2016 por encima del 3,7% del conjunto del Estado español. Otro indicador que también muestra esta diferenciación es el de la rentabilidad económica: 7,6% en el caso de las compañías catalanas y 7% en el de las españolas. De hecho, el 87% de las empresas catalanas han obtenido beneficios mientras que sólo el 13% han declarado pérdidas en el ejercicio. En relación con las perspectivas de ocupación, el 42% de las empresas catalanas prevén que incrementarán su plantilla mientras que este porcentaje baja hasta el 37% en el conjunto del Estado. La vicepresidenta de Cepime y presidenta de Fepime Catalunya, Maria Helena de Felipe, ha indicado que para Catalunya el "punto más negativo" ha sido la morosidad que ha cerrado el año en un 2,3% frente al 3% del resto de España.

En términos generales, el estudio destaca la consolidación de las ventas y los resultados del 2016, la obtención de una rentabilidad económica creciente, el papel protagonista de las empresas exportadoras para la economía y la generalización de medidas de gestión empresariales más pensadas para el medio que para el corto plazo. Sambola también ha señalado que el mayor coste de la crisis económica ha sido la destrucción de 107.490 empresas durante el periodo entre 2008 y 2016. Al respecto, considera que no puede ser reparado sólo con la promoción de emprendedores, ya que cree que "difícilmente" cubrirá "la pérdida de experiencia, de volumen de empleados y productos" que estas ofrecían. Han desaparecido 68.000 empresas que tenían entre 1 y 9 trabajadores, 34.585 empresas que daban trabajo entre 10 y 49 trabajadores y 4.905 empresas con entre 50 y 240 empleados.