Uno de los principales objetivos del Ayuntamiento de Barcelona desde que Ada Colau desbancó a Xavier Trias en las elecciones municipales del 24 de mayo del 2015 era luchar contra la pobreza energética. Y lo sigue siendo. Al menos, según su informe de Transparencia, donde se constata que se ha invertido un total de 187.993,73 euros en campañas publicitarias durante el primer trimestre del 2017 para defender los derechos energéticos de la ciudadanía. En especial, de aquellas familias más vulnerables. De hecho, no se ha destinado tanto dinero en ninguna otra campaña. Ni siquiera en la de la nueva imagen de BTV dotada con 167.833,22 euros.

Ahora bien, la voluntad de cambio o la inversión publicitaria no lo son todo. Ni mucho menos. Y lo cierto es que el Ayuntamiento de Barcelona hace campaña a la vez que lleva más de dos años cobrando la tasa de alcantarillado dentro de la factura del agua. Incluso, a aquellas personas y familias que no lo pueden pagar y que se encuentran en situación de pobreza energética. Sin excepción. Más concretamente, el consistorio cobró 58.926 euros y 28.026 euros de alcantarillado a familias vulnerables durante el 2016 y el primer trimestre del 2017, respectivamente.

Tal como se establece en la Ley 24/2015 de medidas urgentes para afrontar la emergencia en el ámbito de la vivienda y la pobreza energética, el fondo de solidaridad impulsado por la empresa público-privada Aigües de Barcelona (formada en un 70% por Agbar, un 15% por la AMB y un 15% por Criteria Caixa) para bonificar el servicio y el consumo del agua no incluye la tasa de alcantarillado. No es la primera vez que esto sale a la luz.

Pobreza no selectiva

Durante la pasada junta de accionistas de Aigües de Barcelona, su consejero delegado y director general de Agbar, Albert Martínez Lacambra, ya pidió "corresponsabilidad" tanto al Ayuntamiento como al Área Metropolitana de Barcelona (CON) para bonificar el 100% del consumo del agua. O lo que es lo mismo, no cobrar ni la tasa de alcantarillado ni la de residuos que suponen el 66% de la factura del agua a familias vulnerables. "La pobreza no es selectiva, lo que no puede pagar el agua, no puede pagar el alcantarillado y no puede pagar la tasa de residuos", alertó.

Y ante todo, el vicepresidente de la AMB y consejero de la sociedad mixta, Eloi Badia, garantizó que no se estaban reclamando los impagos y que ya se estaba trabajando en una modificación de la ordenanza de alcantarillado para antes del verano. Más de dos años después de cobrar la tasa de alcantarillado, el pleno municipal de este viernes votará y muy posiblemente aprobará la exención de la tasa de alcantarillado de aquellas personas que acrediten encontrarse en situación de precariedad económica, y especialmente de pobreza energética en los hogares. Nunca es tarde si la dicha es bueno... O eso dicen. Desde el Ayuntamiento reivindican que se convertirán en la primera ciudad al aplicar esta medida. Sin embargo, todavía queda pendiente la tasa de residuos que depende de la AMB.