Médicos, farmacéuticos, economistas o ingenieros industriales han manifestado este lunes su apoyo formal a la candidatura de Barcelona para acoger la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Desde 1995 se encuentra en Londres pero, a causa del Brexit, se verá obligada a trasladar la oficina comunitaria que supervisa la seguridad de los medicamentos a otra ciudad europea. Este clamor unánime de los colegios catalanes se suma a la candidatura anunciada por la Generalitat y apoyada por el Congreso de Diputados. Incluso el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, no dudó hace pocas semanas desde Bruselas en asegurar que "sería magnífico que pudiéramos conseguir que viniera a Barcelona".

En este sentido, los diferentes colegios profesionales han reivindicado que la industria farmacéutica es un "sector estratégico" para la economía catalana hasta el punto de que Barcelona se ha convertido en los últimos años en uno de los polos europeos más atractivos para la realización de ensayos clínicos. Y por si todavía alguien lo pusiera en duda, todos juntos se han referido a Barcelona como "emplazamiento idóneo para el EMA, dada su importancia como cluster de investigación en el campo de la salud y por la fuerza de la industria del medicamento."

No es la primera vez que Barcelona aspira a convertirse en sede del EMA y es que ya presentó candidatura coincidiendo con los Juegos Olímpicos de 1992 y bajo la entonces presidencia española de la Unión Europea (UE). Más allá del apoyo explícito, Catalunya cuenta con 230 laboratorios que representan en torno a la mitad de la industria farmacéutica e internacional del conjunto de España. Todavía más, según datos de la propia Generalitat, la industria farmacéutica catalana no sólo produce el 3,5% del conjunto de Europa sino que además, se sitúa como la quinta región más productiva de la conocida como Europa de los 15. Una cifra que se encuentra a la altura de los Países Bajos (4%), Dinamarca (3,7%) o Suecia (3,6%).