Barcelona es más que candidata para acoger la Agencia Europea del Medicamento (EMA). El Brexit parece haberle devuelto la gloria que Londres le arrebató en una agridulce final coincidiendo con los Juegos Olímpicos de 1992. Ahora, la capital catalana lo tiene todo a favor. Incluso lo más difícil: una "gran coalición" y "máxima cooperación" institucional entre el Gobierno español, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. Así lo ponía de manifiesto el viaje conjunto a Londres del conseller de Salut, Antoni Comín, la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y el segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni. Una sonrisa de unidad en Europa.
Sin embargo, la política es a menudo un arma de doble filo que lo acaba llevando todo a su terreno. Las inversiones son un muy buen ejemplo. Casualidad o no, Londres no es solo la actual sede de la EMA, sino también la capital de un país en el que se celebró un referéndum de independencia, el de Escocia. Sin embargo, Montserrat advierte que el referéndum puede ser un "handicap" para la candidatura, mientras que Comín lo reivindica como una "fortaleza" para demostrar que Catalunya es un país "abierto, tolerante y democrático".
Estupidez y cinismo
Dos eurodiputados de Irlanda y Holanda (rivales de Barcelona) avalan el discurso de Comín: el procés no perjudica la candidatura. Ni mucho menos. Según el eurodiputado holandés Paul Tang, "en una negociación se puede utilizar cualquier argumento, pero pienso que es una idea estúpida". La eurodiputada irlandesa del Sinn Féin Liadh Ní Riada añade que asociar el fracaso de una candidatura a la independencia es "muy cínico" e "insostenible", hasta el punto de convertir a los catalanes en "rehenes" de Madrid. "Es una mala estrategia", reitera Ní Riada. Avalado por el referéndum de Escocia y las voces de los eurodiputados, Comín rehúye las "excusas" y emplaza al tridente administrativo a sumar fuerzas para articular una mayoría que dé la tan anhelada victoria en un "partido difícil".
Sumar es el primer paso para ganar. El clamor es unánime más allá de la política. La candidatura ya cuenta con el apoyo de la industria farmacéutica, sindicatos, patronales, investigadores, colegios de economistas e ingenieros industriales, entre otros. Todavía más, la capital catalana es también la opción "preferida" por los trabajadores de la EMA. Y es que tal como ha destacado Comín en más de una ocasión, "si somos capaces de construir esta gran alianza, saldremos adelante."
El premio es grande: la EMA es una de las agencias mayores de Europa y cuenta con 900 trabajadores, un presupuesto anual de 300 millones de euros y más de 65.000 visitantes. Y si el premio es grande, la carrera es todavía más disputada. Ámsterdam, Lisboa, Copenhague y Viena ya han movido ficha. Incluso se contempla la posibilidad de que Estrasburgo ceda la Eurocámara para hacerse con la victoria.
¿Por qué Barcelona?
A la espera de que se estipulen los criterios definitivos para decidir la ubicación de la EMA, la Cambra de Comerç de Barcelona no solo ha manifestado su apoyo a la candidatura de la ciudad, sino que, además, ha presentado un informe en el que destaca cuáles son sus fortalezas.
- Generalitat, Ayuntamiento y Gobierno español han acordado proponer la Torre Glòries como futura sede.
- La conectividad internacional de Barcelona es "actualmente mejor" que la del resto de competidores, o comparable.
- Una oferta educativa internacional de calidad: el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) tiene 18 escuelas internacionales y otras 8 en sus alrededores.
- Mercado laboral "accesible" y asistencia sanitaria "pública y gratuita" para los residentes en la ciudad.
- Posibilidad de colaboración con el regulador estatal.
Al mismo tiempo, la Cambra también destaca que Barcelona es la decimoquinta ciudad más segura del mundo, la quinta ciudad de Europa y decimoséptima del mundo en producción científica, mientras que Catalunya es la quinta región de Europa en número de población ocupada en manufacturas de intensidad tecnológica alta y media-alta. Además, es la única urbe europea con dos instituciones docentes como IESE y Esade, situadas entre las diez mejores escuelas de negocios.
Dicho y hecho. Barcelona es más que candidata para convertirse en la nueva sede de la EMA. Siempre y cuando la acompañe una "gran coalición". Y con respecto al referéndum, ni es un "handicap", ni perjudica sus aspiraciones en Europa.