El Real Madrid da el primer paso para volver a ganar la Liga y no se deja sorprender en Balaídos. El Celta ha sido derrotado por un aniquilador nombrado Cristiano Ronaldo que con dos goles ha sentenciado un partido en que la efectividad blanca ha vuelto a escena.

No ha podido ser y las ilusiones de los culés se vuelven a desvanecer. El Madrid no falla ni contra los rivales que han sido bestias negras hasta ahora. El Celta, verdugo de los blancos en la Copa del Rey, no ha sabido resolver cuando han tenido la ocasión y han pagado muy caro los errores. El Madrid en forma es un Madrid letal.

Ni diez minutos

Y es que a pesar del buen planteamiento de Berizzo y la intención de atacar, atacar y atacar del Celta, en la primera gran ocasión que ha dispuesto el Madrid, el partido ya se ha decantado. Ni a los diez minutos se ha llegado para que Cristiano enfocara a la portería y fusilara a Sergio Álvarez con la izquierda y desde la frontal.

Un partido roto, de idas y venidas que los blancos han vuelto a resolver con su efectividad. El Madrid ha mostrado debilidades en defensa, pero demostrando que las correcciones son su mejor arma por mantener la portería a cero. Y en cada contra han enseñado que a día de hoy y desde hace muchos años que en velocidad y con espacios no hay rival que los pueda parar.

La cruz del Celta

Si había cierta esperanza por parte culé que el Celta pudiera acercar la Liga hacia Barcelona, los noventa minutos de juego combinado con ciertas actuaciones han confirmado que con la temporada hecha y habiendo acumulado partidos como quien más, ya están pensando en las vacaciones y que se han acabado condenando.

Iago Aspas ha sido el único, como ya es habitual, que se ha puesto el equipo en la espalda y ha propuesto más que resignarse. Si el Celta se ha ido fundiendo, el delantero gallego se ha dejado la piel y ha sido el único peligro. Cristiano, sin embargo, iba a la suya y ha marcado la sentencia al contragolpe al inicio de la segunda mitad.

El árbitro convierte el partido loco

Pero si todo parecía imposible, un penalti muy claro sobre Iago Aspas ha sido considerado como simulación y el delantero gallego ha visto la segunda amarilla. El Celta con uno menos y el árbitro Martínez Munuera ha perdido el control del partido. Ya sin saber qué silbar y qué no, ha venido la incertidumbre de los goles.

Guidetta ha dado esperanzas con el 1-2 en el 69, pero un minuto más tarde Benzema ha hecho el tercero para el Madrid y antes de acabar Kroos ha cerrado el marcador. No ha habido premio para un Celta que lo ha intentado, pero que ha sido gravemente perjudicado por los jueces del partido.

Una jornada menos y el Madrid vuelve en cumplir. Sólo les queda una final el domingo y en caso de victoria o empate la Liga se marcharía hacia la capital. Cibeles se prepara para un domingo de gloria blanca, pero desde la blaugrana Canaletes todavía se confía en el Málaga.