Los gritos de independencia, de libertad y las pancartas reivindicativas sobre la situación de Catalunya han protagonizado un partido de Champions League que se ha diluido bajo la lluvia. El Barça ha resuelto sin oposición un enfrentamiento contra el Olympiacos, rendido a una nueva exhibición de un Leo Messi ya centenario en Europa.

El clima politizado y el segundo plano que ha adoptado este partido del Barça, de acuerdo con la poca más de media entrada en el campo, ha sido el mejor escenario para pedir diálogo, respeto y deporte. También pidiendo la libertad para Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, aunque con menos fuerza de la necesaria y requerida.

Libertad blaugrana

El principal reclamo que ha protagonizado deportivamente el duelo europeo ha sido la libertad, aquí sí, del Barça. Los futbolistas blaugrana se han encontrado muy cómodos, moviéndose arriba y abajo, y con un control plácido de la situación del juego. Desde el primer minuto que el partido se ha decantado a favor de los hombres de Ernesto Valverde.

La placidez y la posesión se han convertido, como pasa en estas ocasiones, en oportunidades de gol. Una detrás de la otra se iban encadenando. El Barça ha estado durante todo el enfrentamiento en campo rival, dejando los once hombres del Olympiacos cerrados detrás. 21 futbolistas concentrados en una mitad del campo, y en la otra bien solo, como un espectador más, Ter Stegen.

Y quien la busca al final la consigue. Los blaugrana se han adelantado en el marcador con un gol típico de esta temporada: en propia portería del rival. Una jugada por la banda derecha de Deulofeu ha propiciado una centrada en el corazón del área que el defensa griego Nikolaou se ha introducido en su portería.

Sin querer, pero siendo un hecho totalmente esperado, el Barça se ha encontrado con el primer gol en el minuto 18 del partido. Pero eso no ha hecho cambiar nada. El Barça ha seguido dominando y el Olympiacos las ha visto pasar.

Piqué se autoexpulsa y pone emoción

El Barça se ha quedado con diez hombres después que Piqué viera dos amarillas, primero por cortar un contragolpe y después para marcar un gol con la mano intencionadamente. Autoexpulsión justa e infantil que ha propiciado un cambio de escenario antes de acabar la primera parte.

El Barça, con un hombre menos, ha sufrido más los contragolpes del Olympiacos. Sin embargo, el sublime partido de Umtiti y la salida de Mascherano han salvado muchas ocasiones. Ter Stegen ha seguido siendo un espectador.

Con este panorama y el partido sin resolver, los atacantes blaugrana no se han detenido. Un espontáneo y los goles del Barça han animado un final de fiesta bajo la constante lluvia en el Camp Nou. Messi, siempre creando peligro, ofreciendo pasadas determinantes, ha puesto el punto de tranquilidad al inicio de la segunda mitad con una falta. Poco más lejos de la frontal del área, el argentino ha vuelto a marcar las diferencias a balón parado. El argentino ha conseguido su gol 100 en competiciones europeas y el 97 en la Champions. Digne ha resuelto minutos más tarde. Y el mismo central del Olympiacos Nikolaou ha maquillado el resultado antes de acabar.

El Barça sigue sumando de tres en tres. Nueve puntos de nueve posibles y la próxima fase de la Champions más cerca. Los griegos se hunden en la cola del grupo.