Tres goles han sido suficientes para que Leo Messi decidiera el primer derbi de la temporada, maquillado por Gerard Piqué y Luis Suárez en el tramo final, y así seguir comandando la Liga Santander. La alegría blaugrana contrasta con la decepción de un Espanyol que ha quedado sentenciado por el '10' del Barça.

La victoria blaugrana suponen dos puntos más que le sacan al Real Madrid a la clasificación después de empatar su partido. El debut de de Ousmane Dembélé ha acabado redondeando la fiesta contra un Espanyol que ha plantado cara a pesar del resultado.

Messi devuelve la sonrisa

Quince días es el tiempo que ha tardado Leo Messi a volver a jugar su fútbol, aquel que siempre lo ha rodeado y el también lo ha hecho grande. El Barça se ha impuesto al Espanyol gracias a la sonrisa del argentino, dulce con la pelota en los pies y letal de cara a portería. Los dos empates de selecciones y la ineficacia de la Albiceleste han quedado atrás, para pasar página y volver a pensar en azul y en grana.

La inspiración del '10' parece que esconde los problemas, y noventa minutos han sido suficientes para que el barcelonismo estuviera unido admirando el juego de su equipo. Ni la moción de censura, ni algunos gritos contra la directiva han podido con un futbolista que sigue maravillandoa Camp Nou.

A Messi se le ha visto hacer de todo, y contra el Espanyol, en los derbis, siempre se crece. La portería pasa a ser su diana. El argentino ha sido el Barça porque el equipo giraba a su alrededor. Si Messi es falso '9', el equipo tiene más incidencia en el medio del campo; si se va a la derecha, el equipo es más vertical, pero cuando él participa siempre pasan cosas.

Y cuando ha dispuesto de espacio para pensar, todo ha cambiado. Un primer gol en el minuto 26 con una grandísima pasada filtrada de Rakitic -en fuera de juego- ha sido el inicio de su recital. Nueve minutos después en un contragolpe de portería a portería y acompañado de Jordi Alba ha hecho el doblete.

El Espanyol queda encajado

Cuando Messi ha tocado el balón, el Espanyol ha sufrido. Muy cerrado y a la espera de los movimientos del Barça, al equipo blanquiazul le ha costado leer un partido donde siempre ha ido un paso atrás.

Al Espanyol le ha faltado atrevimiento e intención de lucharle el domine del esférico al Barça. El contragolpe es la gran arma del conjunto perico, pero no lo ha encontrado hasta el tramo final de la primera mitad. Sólo Piatti ha hecho temblar al Camp Nou con un disparo al palo, precisamente en el minuto 42, siendo también la primera ocasión blanquiazul del partido.

El equipo de Quique Sánchez Flores ha tenido una buena entrada en la segunda mitad, pero no ha podido aprovechar las ocasiones que ha tenido. Piatti de nuevo y también Leo Baptistao, pero el marcador no se ha movido. Al Espanyol le ha faltado consistencia y efectividad.

Dembélé anima al Camp Nou

Desde el calentamiento en la banda que el estadio ha empezado a gritar y animar esperando el debut de su nueva estrella. Antes, sin embargo, Messi ha sentenciado marcando su tercer gol, un hat-trick para recibir a Ousmane Dembélé. El momento ha llegado en el minuto 68 cuando todo el mundo ha aplaudido la llegada del francés.

Dembélé ha estado atrevido, buscando el uno contra uno, alguna frivolidad, pero también la asociación. Messi le ha dado su aprobación en su entrada, lo ha acogido. Pero también ha sido el día del debut de Paulinho en el Camp Nou.

Antes del final Piqué ha hecho el cuarto después de un córner. Y ya con los noventa minutos de partido cumplidos Dembélé ha hecho su primera asistencia hacia Luis Suárez, que ha cerrado la goleada.

Día de estreno, día de emociones y día de derbi favorable al Barça. Messi ha decantado un partido que él solo ha decidido ante un Espanyol que no se ha rendido y ha demostrado muy buenas intenciones, pero con falta de atrevimiento. El Barça lleva tres de tres en la Liga y se aleja a cuatro del Madrid. El Espanyol se queda con un punto en la zona baja de la tabla.