Leo Messi sigue haciendo grande su nombre y sus números. El '10' del Barça ha aprovechado el partido contra el Olympiacos para tirar al suelo otra barrera y conseguir su gol número 100 en Europa (97 en la Champions y 3 en la Supercopa de Europa). Además, el gol de falta contra los griegos significa su 50º en este 2017. Números redondos para un futbolista redondo.

Messi, a sus 30 años, sigue siendo el principal activo de un Barça al que le es imposible imaginarse la vida sin él. Todavía con la renovación por firmar, los socios blaugrana viven con desazón cada día que pasa sin que Josep Maria Bartomeu haya conseguido convencerle para hacerse la fotografía con su nuevo contrato. La foto va mucho más allá de un gesto. Y es que garantiza la competitividad de un equipo que se cuelga a su espalda cuando las dudas lo amenazan.

La trascendencia de Messi aumenta con las temporadas y los records caen como fruta madura, como si estuvieran asociados al paso de los tiempos. Messi no juega partidos cada tres días. Messi marca cada tres días.

El pasado lunes se celebraban trece años del debut del delantero argentino con el primer equipo del Barça. Messi sustituyó a Deco en el Estadio Olímpico de Montjuïc, el viejo campo del Espanyol. Y lo hizo con el pelo largo, el número 30 a la espalda y calzando Nike, cuando ahora es el embajador internacional de Adidas. Han cambiado muchas cosas desde entonces pero hay una que se ha mantenido intacta: su voracidad de cara a gol.

Aquellos ocho minutos contra el Espanyol fueron el primer contacto de un Messi con un Barça histórico. Desde entonces, el jugador pasó de la banda al medio para convertirse en el mejor de la historia. Se estrenó contra el Panathinaikos en el Camp Nou (2005) y cierra el círculo contra el Olympiacos (2017) después de 122 partidos. Grecia como a testigo privilegiado de un fenómeno irrepetible.

Esta noche, el Barça ha sabido sobreponerse a un ambiente muy condicionado por la lluvia. El equipo, con pocos alicientes para competir contra el colista del grupo, ha encontrado en la adversidad la mejor gasolina. La expulsión de Gerard Piqué ha motivado el cambio. Con un hombre menos, los de Valverde han ofrecido la mejor cara para asegurar los tres puntos. Y lo han hecho gracias al genio de Messi.

Con un lanzamiento de falta desde la frontal del área y con a la colaboración de Silvio Proto, portero del Olympiakos, Messi ha soplado cien velas en Europa. Y lo ha hecho con una pierna izquierda que es como el vino: mejora con el tiempo.

El Barça, un día más, vuelve a ver cómo la realidad lo convierte en un privilegiado. La renovación de Messi sería el mejor fichaje para un equipo que se abandona a su suerte para levantar títulos a final de temporada. 15 goles en 13 partidos son un buen argumento para confiar en llegar a Kiev el 26 de mayo, estadio donde se jugará la final de la Liga de Campeones.