"La Champions está en el ADN del Madrid". Hoy, esta frase de Florentino Pérez, gana un poco de sentido. El Real Madrid ha superado por la mínima al Borussia Dortmund, a pesar de despertar algún silbido en el Santiago Bernabéu, y aparca su crisis de resultados el día en el que Cristiano Ronaldo ha roto otro récord (3-2).

Las desconexiones del Madrid son alarmantes. El equipo de Zinedine Zidane, a pesar de empezar el partido como un trueno, se ha vuelto a difuminar de manera inexplicable. Borja Mayoral ha aprovechado un mal control de Isco Alarcón para cazar una pelota dentro del área y marcar el primer gol de la noche. En la siguiente jugada de ataque, Ronaldo se ha inventado un remate a la escuadra para convertirse en el primer futbolista que marca en todas las jornadas de una fase de grupos. 2-0 y sólo se habían jugado 12 minutos.

Los blancos se parecían al equipo de la temporada pasada, donde con media ocasión marcaban dos goles. Pero eso ha sido un espejismo. El Dortmund, que corría sin sentido por el césped del Bernabéu, ha empezado a mover la pelota. Y ha ganado metros con su estilo irrenunciable. Los alemanes encontraban más espacios y se encomendaban a Christian Pulisic, un extremo norteamericano de sólo 19 años. El Madrid ha conseguido sobrevivir a los primeros ataques, a pesar de la lesión muscular de Raphael Varane, pero no ha podido hacer nada para evitar el 2-1 antes del descanso. Pierre Emerick Aubameyang ha conectado un cabezazo imposible para Keylor Navas para inundar de dudas el estadio.

Los 15 minutos en los vestuarios no han servido para nada. Las indicaciones de Zidane han acabado con el 2-2 del Dortmund. Otra vez Aubameyang. La afición volvía a silbar a un equipo que rendía por debajo de sus posibilidades.

El Madrid ha mejorado en el tramo final gracias al pie izquierdo de Marco Asensio, que se ha dedicado a enviar pelotas al corazón del área de los alemanes. Marc Bartra, hoy lateral derecho, sufría mucho para defender los centros del mallorquín. El árbitro ha acertado anulándole un gol a Ronaldo, pero la fortuna ha vuelto a sonreír a los blancos. Lucas Vázquez, con un disparo muy poco académico, ha superado Bürki entre un mar de piernas para deshacer el empate.

La victoria contra el Dortmund es intranscendente porque el Madrid ya hacía días que había reservado un billete para los octavos de final (como segundo de grupo). A pesar de la lesión de Varane, el equipo blanco puede extraer conclusiones positivas de un partido que podría haberse envenenado.