Revolucionario de jugador y también de entrenador. En la historia del fútbol ha habido muy pocos personajes que hayan tenido un peso tan importante como lo tuvo Johan Cruyff. El holandés, de ideas claras y una ideología de fútbol diferente, cambió la historia del fútbol, del Ajax y, sobre todo, del Barça. Su punto álgido fue hoy hace 25 años con la primera Copa de Europa del club blaugrana en Wembley.

Cruyff fue el entrenador del dream team, un equipo de ensueño tal y como dice el nombre, y que supuso un antes y un después del Barça. Un equipo que vivía de los recuerdos, de las copas que había conseguido años atrás y de las victorias esporádicas, lo transformó en una entidad ganadora.

El Barça se convirtió en un equipo a tener en cuenta y su punto diferencial llegó cuando se impuso a la Sampdoria en 1992 en el estadio de Wembley. Un gol de Ronald Koeman en el minuto 111 interfirió de manera decisiva en la trayectoria como entrenador del holandés y lo hizo todavía más referente.

Johan demostró que a través de un juego con hombres pequeños, la apuesta por la posesión, del pase como fundamento y de moverse poco a poco siempre con el control del juego era más efectivo que la apuesta del fútbol que era protagonista hace 25 años. El juego físico y el balonazo hacia los delanteros era una incongruencia en las ideas de un Cruyff que creyó en la Masia, en jugadores jóvenes como Pep Guardiola y en unos futbolistas a los cuales acabó mostrando su camino.

El Barça es campeón

Siempre en un segundo plano en la historia del fútbol, el Barça había ganado Recopas y Copas de Ferias, pero la Copa de Europa, con su máximo rival contando ya con seis, quedaba como un imposible. Entonces fue cuando con Cruyff en el banquillo el fútbol se revolucionó y en el cuarto año se llegó al éxito definitivo.

El momento culminante de aquel Barça fue el 20 de mayo de 1992 cuando el proceso de Johan Cruyff en el banquillo blaugrana llegó a su máximo. El dream team aprendió y enseñó a los culés que todo aquello que siempre se había perdido ya era más que posible. El Barça se convirtió en un equipo campeón.

Mucho más que un entrenador

La llegada de Johan Cruyff al banquillo del Camp Nou supuso un punto de inflexión para el Barça. Más allá de los títulos ganados y el juego llevado a cabo, el holandés también instauró una mentalidad ganadora que algunos de sus discípulos se han encargado de perpetuar. El entrenador hizo creer a directivos y jugadores que la entidad culé era capaz de estar entre los mejores equipos del mundo... y hacerlo con un estilo de juego más que peculiar.

La segunda Champions del Barça en Wembley, con Guardiola en el banquillo y tres jugadores pequeños asociándose maravillosamente en medio del campo (Messi, Iniesta y Xavi) es el mejor ejemplo para entender lo que supuso Cruyff para el Barça. No sólo ganar, sino que hacerlo siendo extremadamente superior a tu rival y generando a este una sensación de impotencia: el holandés volador cambió la historia del Barça.

La sencillez de la complejidad

Y practicar este modelo ante un equipo inglés. Y es que la revolución futbolística que protagonizó fue de ámbito barcelonés, pero de relevancia mundial. En un momento en que se priorizaba un fútbol directo y físico, él creyó en sus ideales y apostó por un estilo de juego complejo pero práctico al mismo tiempo. Él siempre había creído que el deporte rey era muy elemental y que eran sus actores quienes lo convertían en enrevesado.

Que era una persona diferente al resto lo demostraba cada día en el terreno de juego, primero como jugador y después de entrenador, en el vestuario con la plantilla y en la rueda de prensa con los periodistas. Decir lo que se piensa no es nada frecuente en el gremio futbolístico, pero a Johan siempre le había gustado ir contra la tendencia y lo entendido como normal.

Las salidas de tono eran habituales en él y no tenía miedo de enfrentarse con quien hiciera falta para defender sus intereses o los de su equipo. Con un fuerte carácter, Cruyff tenía la habilidad para sorprender día tras día a aquellos que tenían contacto con él. Una persona especial; una persona fantásticamente peculiar.