El caso de las relaciones entre la Juventus y los ultras también salpican al Barça. Francesco Calvo, responsable del área de Negocio Global del Barça y exdirectivo juventino, ha recibido una suspensión de 15 meses en Italia, además de una multa de 20.000 euros.

La acusación es para los máximos dirigentes de la Juventus por vender entradas de los partidos en lotes a los ultras, cosa que está prohibida. Los grupos mafiosos calabreses pertenecientes a la 'Ndrangheta estaban infiltrados en las gradas del estadio de la Juve y recibían entradas por parte de la entidad para revenderlas sucesivamente a un precio superior.

Dentro del mismo caso, el principal responsable es el presidente de la Juventus, Andrea Agnelli, que ha sido inhabilitado 12 meses de "actividades relevantes de la directiva del club" y con 12.000 euros de sanción por el Tribunal Nacional de la Federación de Fútbol Italiana (FIGC). También se ha decidido sancionar a la Juventus con una multa de 300.000 euros.

El responsable de seguridad, Alessandro D'Angelo, y el anterior director de la taquilla, Stefano Merulla, han sido castigados con 12 meses de inhabilitación, más 20.000 euros de multa. No obstante, la Juventus ha anunciado que recurrirá a la decisión porque, según ellos, sus "buenas razones" todavía no han estado "plenamente reconocidas". Una sanción ejemplar en Italia para frenar a la mafia en los partidos de fútbol y que indirectamente ha tocado al Barça.

Francesco Calvo llegó al Barça en septiembre de 2015, dos meses después de la victoria de Josep Maria Bartomeu en las elecciones. Calvo aterrizó en Barcelona como director comercial del club blaugrana y venido directamente de la Juventus donde era Chief Revenue Officer.