Un Real Madrid renovado ha superado con mucha facilidad al Deportivo de la Coruña en Riazor (2-6). El doblete de James Rodríguez y los goles de Lucas Vázquez, Álvaro Morata, Isco Alarcón y Casemiro reaniman al Madrid después del Clásico y lo acercan al título.

Nueve cambios

Zinedine Zidane volvía a sacudir el equipo buscando reaccionar y dar descanso a los titulares. El Madrid tiene por delante un mes de mayo infernal, donde tendrá que apostarlo todo a la Liga y a la Champions, las dos competiciones donde sigue vivo y con opciones claras de título. Zidane ha vuelto a demostrar que tiene, seguramente, la mejor plantilla de Europa.

Presionados por la goleada del Barça al Osasuna, los blancos no tenían alternativa. Y se jugaban el futuro con la segunda unidad. Los suplentes volvían al rescate: nueve cambios respecto al once del Clásico. El banquillo del Madrid es poderoso como pocos y no aguanta comparación. En Riazor sólo ha necesitado 50 segundos para demostrarlo. Álvaro Morata ha aprovechado un pase de Isco Alarcón para cruzar la pelota ante Germán Lux. Jarra de agua fría para una afición que no había tenido tiempo ni de situarse.

El Deportivo, cinco puntos por encima del descenso, se jugaba la vida pero parecía anestesiado. El Madrid era amo y señor del partido. Los gallegos perseguían sombras e Isco y Asensio avisaban con dos disparos al palo. Dos ocasiones que han sido el preludio del primer gol de James Rodríguez. El colombiano ha definido a placer un centro de Lucas Vázquez. 0-2 en sólo 15 minutos. La superioridad era insultante.

Dos goles

El Madrid ha tenido hasta tres ocasiones muy claras para enterrar al Depor pero Lux se ha esforzado para mantenerlo en vida. Y quien perdona lo paga. El fútbol ha vuelto a hacer bueno el dicho. El Depor, en una de las pocas llegadas al área de Casilla, ha hecho el 1-2. Andone, máximo goleador de los gallegos, ha rematado a gol un mal disparo de Kakuta. El partido parecía que podía cambiar pero el Deportivo ha hecho gala de los problemas que lo llevan traumatizando desde el inicio de la temporada.

Los de Zidane han castigado la debilidad defensiva de los locales. Un mal rechace a un centro de Marcelo ha servido a Lucas el tercer gol del Madrid. A placer y en el área pequeña, el extremo hacía justicia con lo que se estaba viendo sobre el césped de Riazor.

Un partido menos

El descanso no ha cambiado nada. Los roles de los dos equipos se han acentuado. El Madrid era muy consciente de su superioridad y jugaba a aprovechar los innumerables errores defensivos de los gallegos. En un contragolpe, Lucas ha perdonado el cuarto. Y James, en una de las mejores jugadas del partido, ha hecho el quinto.

El Madrid ha jugado los últimos minutos como si se tratara de un entrenamiento con público. Los de Zidane se gustaban mucho. Con combinaciones imposibles, el equipo parecía que se quería sacar la espina del gol de Leo Messi en el minuto 92. La hiperactividad en ataque ha desembocado en el 1-5, obra de Isco. En el 2-5, de Joselu. Y en el 2-6 definitivo, de Casemiro.

El resultado lo deja todo igual. Barça y Madrid empatan al frente de la clasificación con 78 puntos. Los blancos, sin embargo, descuentan un partido más en la lucha por el título, conscientes que tienen la carta del Celta para marcar diferencias.