El City se ha llevado el derbi de Manchester (1-2) y ha hecho un puñetazo sobre la mesa en la Premier. Los de Guardiola han sido superiores al United y se han afianzado en la primera posición de la liga inglesa. Silva y Otamendi han marcado los goles visitantes en una victoria que les sitúa a once puntos del United, segundo clasificado.

Eternos rivales

Ha vuelto el derbi de Manchester que nunca llegaba. Después de tres temporadas en que los dos equipos de la ciudad han visto cómo equipos como el Chelsea, el Tottenham e incluso el Leicester les impedían competir por las primeras posiciones de la Premier, la primera parte de la temporada 2017/18 está dejando claro que City y United son los dos principales candidatos al título de la regularidad en Inglaterra. El derbi de Manchester tenía ganas de volver a ser decisivo.

Duelo de banquillos y estilos. A la evidente rivalidad entre red devils y citizens se le sumó, el verano pasado, la llegada a los banquillos de Guardiola y Mourinho, respectivamente. Más alicientes a una rivalidad histórica: dos ideologías de juego y dos personalidades diferentes, pero una mentalidad ganadora innegociable. Dos propuestas futbolísticas que no negocian la competitividad.

Si bien el técnico de Sampedor ha decidido jugar contra su eterno rival sin Agüero en el once inicial, la primera mitad del partido no ha dejado ninguna sorpresa más. Guion inicial más que previsible. Nada mejor que la frialdad numérica para explicar lo que ha pasado sobre el césped: 78% de posesión a favor del City y una diferencia abrumadora en términos de pases completados (213 a 38).

Jugadores bien escalonados en posiciones interiores, llegadas por las bandas gracias a dos laterales muy largos y una presencia ofensiva en el área del rival más que considerable. Al City sólo le han faltado las ocasiones (y, en consecuencia, el gol) durante una primera parte en que ha sido muy superior al United.

Los errores marcan las diferencias

Dos errores defensivos, sin embargo, han desequilibrado el marcador antes del descanso. Uno de Lukaku en el minuto 43 ha permitido a Silva encontrarse una pelota dentro del área pequeña, y este no ha perdonado. Rashford, por su parte, ha empatado en el tiempo de añadido al aprovechar un mal control de Delph. Las imprecisiones marcaban un partido sin brillo pero con claro dominador.

La alegría ha durado poco a los seguidores locales. Segundo error de Lukaku, segundo gol visitante. Otamendi se ha encontrado con un mal rechazo de la defensa local y ha batido a De Gea con un remate acrobático, pero eficaz, que ha hecho justicia sólo empezar la reanudación. Que los citizens no consiguieran que su buen juego se tradujera en goles vistosos era un mal menor que no les preocupaba.

Espoleados por sus aficionados, los red devils han igualado la posesión de la pelota para buscar la reacción. Teniendo en cuenta las circunstancias, salvar un empate no se podía considerar un mal resultado para sus intereses. Aunque las entradas de Ibrahimovic y Mata no han dado a Mourinho todo lo que esperaba, Ederson ha tenido que hacer de héroe para completar el asalto a Old Trafford. El portero brasileño ha tenido que hacer una doble intervención para evitar que dos disparoa bocajarro de Lukaku y Mata entraran en su portería.

Con los tres puntos, el City continúa con paso firme hacia el título de la Premier. Aunque los de Guardiola están ganando los últimos partidos a trancas y barrancas, la victoria en Old Trafford los ha situado a once puntos del United y catorce del Chelsea, segundo y tercero clasificados respectivamente. Un triunfo que vale más que tres puntos.