El Real Madrid se ha reencontrado con la victoria contra el colista y ha vuelto a respirar. El Alavés ha estado a punto de estropearle la fiesta al conjunto blanco liderado por los goles de Dani Ceballos. La persistencia ha dado los tres puntos de la tranquilidad.

La minicrisis blanca parece que pasa a ser cosa del pasado y el Alavés ha sido la víctima propicia para pasar página. Ha habido dudas de los de Zinedine Zidane, pero finalmente han sabido imponer su poder. Ni el equipo A, ni tampoco el B, ha sido la mezcla ideal la que ha permitido volver a sumar sin especial desgaste y cumpliendo todos los pronósticos.

Ceballos vale tres puntos

Mendizorroza se ha llenado para intentar ayudar al Alavés a sumar el primer punto de la temporada, pero el Madrid no ha sido el oponente ideal para cantar la victoria o al menos el empate. Lo que sí se ha cantado ha sido independencia en el minuto 17'14", pero a partir de entonces, pocas alegrías más para los aficionados vascos.

Un Madrid siempre amenazador y efectivo ha creado peligro al conjunto vitoriano desde el primer minuto. Cristiano Ronaldo ha vuelto a disfrutar de un partido más en la Liga, su segundo de la temporada, y la juventud ha tomado protagonismo. Isco y Asensio ya están consolidados, mientras que Ceballos, en su primera titularidad blanca, se ha reivindicado.

El centrocampista andaluz se ha estrenado en el once inicial y ya reclama más minutos. Un doblete para empezar y pedir un sitio en el equipo. Ceballos ha marcado dos goles, empezando en el minuto 10 y rematando en el 43. Dos goles que han sido tranquilizadores y que han supuesto un respiro, sobre todo después de que Manu García empatara a uno en la primera mitad.

Sufrimiento con la flor de Zidane

La posesión, la nueva arma blanca contra los equipos pequeños, ha vuelto a aparecer en Mendizorroza. Futbolistas de toque, con juventud y atrevimiento han permitido el Madrid controlar sin oposición camino a volver a sumar tres puntos. Cristiano Ronaldo ha estado desaparecido y ha vuelto a echar de menos el gol, todavía sin estrenarse en la Liga. La solidez a través del balón también ha sido replicada con agresividad y efectividad defensiva, pero con matices.

Las jugadas a balón parado han hecho sufrir el marcador favorable a los blancos, cuando el Alavés ha hecho un paso adelante y ha demostrado que a pesar de los problemas futbolísticos no se ha rendido. Pedraza ha sido un incordio desde que ha entrado de refresco en la segunda mitad, y ha hecho un travesaño y un palo. El sufrimiento blanco y los malos recuerdos han vuelto a la afición merengue, pero la flor de Zidane también ha reaparecido.

El Madrid ha sabido gestionar los esfuerzos, los minutos y las ocasiones rivales. El conjunto madridista vuelve a conseguir una victoria y los tres puntos les permiten respirar al menos un poco. Los blancos han recuperado la sonrisa y el Alavés sigue en el fondo del pozo sin encontrar solución.