Leo Messi ha recibido este mediodía la Bota de Oro 2016/17 que lo acredita como el máximo goleador de las Ligas Europeas más importantes. En un acto celebrado en la Antigua Fábrica de Estrella Damm y en medio de una gran expectación mediática, Messi ha levantado el premio que lo vuelve a señalar como el futbolista más decisivo en Europa, pero ha evitado, otra vez, hablar de su futuro en el Barça.
El futbolista, acompañado de una amplia representación blaugrana, con el presidente Josep Maria Bartomeu y los jugadores Andrés Iniesta, Sergio Busquets y Luis Suárez al frente, no ha desvelado si la renovación que anunció el club hasta el 2021 es efectiva. Entre las seis preguntas que sólo le ha podido hacer el presentador de la gala, ninguna ha sido sobre su hipotético nuevo contrato.
Messi sí ha hablado de su evolución como jugador y ha reconocido que, a pesar de no considerarse un delantero, cree que ha ido mejorando y "acumulando cosas" en su juego, antes de asegurar que "cada día disfruta más" de ser futbolista. La estrella blaugrana también ha valorado, con madurez, su última suplencia en el campo de la Juventus de Turín: "Siempre que me toca ir al banquillo se organiza un poco de revuelo. No me gusta estar fuera y quiero participar, aunque hoy entiendo que el año es largo y las temporadas son más duras".
El Barça juega este domingo un partido decisivo en la carrera por el título de Liga. Los blaugrana visitan al Valencia, segundo, en Mestalla. "Todavía estamos en el principio de la Liga. Tienen una gran plantilla y un entrenador que los hace jugar muy bien. Juegan una vez por semana y todo lo que lo hacen lo hacen bien. Será un rival complicadísimo pero iremos a por el partido", ha sentenciado el delantero, restándole trascendencia a la jornada.
El acto sólo ha tenido un momento tenso, cuando el presentador ha instado a Messi y a la comitiva que lo acompañaba a hacerse la foto de rigor sobre el escenario. "Ponéis la mejor cara, como si Hacienda nos devolviera el dinero", ha dicho el conductor del acto. Hacienda y Messi. Una broma desafortunada.
Cuarta Bota de Oro
Messi sustituye a su compañero de vestuario, vecino y amigo Suárez como ganador de la Bota de Oro. El argentino, en una temporada donde el Barça sólo fue capaz de levantar la Copa del Rey, cuajó un gran año en la Liga, insuficiente para derrotar al Real Madrid, vigente campeón.
El delantero acabó el torneo con 37 goles (30 con la pierna izquierda, 6 con la derecha y uno con la cabeza) en 34 partidos. Es la cuarta vez que el '10' del Barça levanta este prestigioso galardón y lo hace por delante de Bas Dost (Sporting de Portugal) y Pierre Emerick Aubameyang (Borussia Dortmund), que completan el podio.
Messi lidera con mano de hierro la lucha por el 'Pichichi' en la Liga española con 12 goles en 12 partidos. La Bota de Oro, sin embargo, es otra historia. Y es que Edinson Cavani (París Saint-Germain) y Ciro Immobile (Lazio) han empezado la temporada con la puntería más afinada y los dos ya suman 15 goles.