Un problema burocrático ha hecho retrasar la presentación de Ousmane Dembélé y la afición que ha ido a recibir el nuevo extremo francés ha acabado gritando en contra la directiva del Barça con un repetido "Bartomeu dimisión". Una hora más tarde en la esperada, cerca de las tres de la tarde ha sido el momento de ver a Dembélé vistiendo de corto.

Pero la historia venía de lejos. Las puertas para ver el nuevo fichaje del Barça, el más caro de la historia del club, se han abierto a las 12.00h. A treinta grados y con el sol presente, la larguísima cola de aficionados ha esperado y esperado antes de entrar. Una vez todos dentro, los 17.814 aficionados presentes en la segunda tribuna del Camp Nou se han sentado. Pero todo tiene un límite y el retraso de la presentación y el cambio de planes del club ha acabado con la afición molesta por la espera.

Los gritos de "Bartomeu dimisión" se han ido repitiendo mientras todo el mundo esperaba la llegada de Dembélé. Una vez y otra que han hecho subir la tensión por una situación que nadie esperaba vivir en un día de celebración como este. El gran retraso ha ido en contra de la directiva blaugrana, que ha tomado un protagonismo inesperado en el día de Dembélé.

Detrás de cada grito por una parte de la afición, se acompañaba con los intentos de tapar la opinión de los culés presentes en el Camp Nou con el speech del speaker del club. Una situación que también ha hecho salir una pañolada blanca mientras se seguían haciendo los cánticos.

Finalmente el momento esperado ha llegado a las tres menos cuarto de la tarde, cuando Dembélé ha salido vestido del Barça, ha tocado balón, ha jugado con unos niños de la FCBEscola y ha disparado algunos balones al público. Una espera que ha acabado con la paciencia de parte de la afición, pero que también ha acabado con un público feliz al poder ver el nuevo crac del Barça.