Cuatro de los últimos cinco goles que ha encajado el Barça han sido a balón parado. La estrategia defensiva no funciona y condena a un equipo que con el cambio de sistema y la apuesta por el 3-4-3 asume más riesgos en defensa.

Los goles después de faltas y córners llegan con un denominador común: los desajustes del Barça en los marcajes. Jugadas aisladas y, seguramente circunstanciales, pero que preocupan por el tramo de temporada en que suceden. El equipo encadenaba muchas jornadas sin sufrir en los centros laterales pero ahora es distinto. Los rivales han encontrado una grieta por arriba que el Barça haría bien de sellar lo más rápido posible. Estas son las cuatro jugadas que han disparado las dudas:

El gol del PSG

Vuelta de los octavos de final de la Champions. El Barça ganaba por 3-0 y buscaba un cuarto gol para empatar la eliminatoria. La gesta se complicó por culpa de una falta, aparentemente intranscendente. Thiago Silva, casi en el círculo central, puso en juego la pelota buscando el desmarque del lateral izquierdo Layvin Kurzawa. Este le ganó la espalda a Ivan Rakitic para asistir a Edinson Cavani con la cabeza. El delantero centro, al primer toque, hizo el 3-1.

El gol es comprensible si se tiene en cuenta el contexto del partido. El Barça necesitaba remontar el 4-0 y sólo le valía arriesgar, aun sabiendo que podía caer por el camino. Sobreexponerse en defensa, apostando por el fútbol de ataque para conseguir una remontada que ya forma parte de la historia del fútbol europeo. Defender muy lejos de la portería, obligando a los futbolistas a un desgaste físico superior propiciaba jugadas como la del gol de Cavani. El PSG también tuvo tres oportunidades muy claras al contragolpe pero le faltó acierto en los últimos metros.

 

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EFE

Dos córners en Riazor

El Barça visitó el Deportivo de la Coruña cuatro días después de remontar contra el PSG. Y la resaca fue muy difícil de superar. En Riazor se demostró que el equipo necesita darle una vuelta al asunto. El primer gol llega después de dos errores individuales. Javier Mascherano hace un mal rechace en dirección a la portería de Ter Stegen y el portero alemán es incapaz de atrapar la pelota. Joselu, delantero del Dépor, aprovecha los despropósitos para hacer el 1-0 a placer.

El segundo gol fue un acierto de los gallegos. Jordi Alba, uno de los jugadores más bajitos de la Primera División, se encontró defendiendo a Álex Bergantiños en un córner. Alba no pudo hacer nada para evitar el cabezazo de Bergantiños. Un remate que le robaba el liderato al Barça y se lo entregaba al Madrid. Falta de coordinación de los marcajes dentro del área. Una asignatura que se supera con entrenamiento y preparación.

Otra vez de cabeza

El último partido contra el València en el Camp Nou también colaboró a acentuar la sensación de fragilidad defensiva a pelota parada. Con el 0-0 en el marcador, un córner volvió a desnivelar la balanza en contra el Barça. El centro de Dani Parejo, a la derecha del ataque de los valencianos, encontró la cabeza de Eliaquim Mangala. El exuberante central francés superó a Rakitic en el cuerpo en cuerpo para hacer el 0-1 con un remate impecable.

La falta de coordinación en las marcas, otra vez a escena. Hay jugadores como Gerard Piqué, Samuel Umtiti o Sergio Busquets que tienen más facilidad para imponerse en el juego aéreo. Piqué, defendiendo en zona a la frontal del área pequeña, no llega a la ayuda de Rakitic. Y Busquets y Umtiti marcan al hombre. Alfombra roja para Mangala, uno de los grandes peligros del València en jugadas de estrategia.

Sin preocupaciones

"Es el fútbol, es una situación curiosa porque entras en una dinámica donde eres capaz de estar más de cien córners sin encajar un gol y, ahora, en poco tiempo, tres. El gol del València es mérito suyo. He visto a la gente enganchada en estas acciones y la racha y la estadística cambiará". Así habló Luis Enrique Martínez en rueda de prensa después del Barça 4-2 València. Al cuerpo técnico blaugrana no le preocupa un aspecto que se puede erigir como decisivo en unos cuartos de final de la Champions más que exigentes.

La Juventus, campeón en Italia durante los últimos cinco años y actual líder destacado de la Liga, medirá fuerzas con el Barça para estar en semifinales. El poder aéreo de los italianos, tanto defensivo como ofensivo, es una virtud a tener en cuenta. Juan Carlos Unzué, segundo entrenador del Barça y encargado de idear las jugadas de estrategia, tendrá que renovar su pizarra para encontrar soluciones al problema.