El RedBull Salzburgo ha remontado el gol inicial de Jordi Mboula para eliminar al Barça de la UEFA Youth League y clasificarse para la final.

Gabri Garcia, entrenador de los blaugrana, ha empezado el partido 'imitando' al primer equipo y es que ha salido con un once inicial formado por tres centrales, cambiando el sistema y jugando con el 3-4-3 que Luis Enrique ha puesto de moda en los últimos meses.

La decisión de Gabri ha dado resultado. A pesar de conceder ocasiones claras para errores defensivos, el Barça ha conseguido avanzarse en el marcador gracias a su futbolista más determinante, Jordi Mboula. El extremo se ha inventado una jugada por la banda derecha, regateando a tres rivales, y superando al portero del Salzburgo con un disparo imparable con la pierna izquierdo. Octavo gol de Mboula en ocho partidos en esta Champions juvenil.

No se habían jugado ni 20 minutos y el Barça ya dominaba el marcador. A pesar del resultado, el equipo no se encontraba cómodo con la presión de los austríacos, asfixiante en muchos momentos del partido. Los blaugrana no podían elaborar su tradicional juego de posición y posesión y eso, poco a poco, ha ido dando alas al RedBull Salzburgo.

La segunda parte ha confirmado las sensaciones que se intuían en la primera mitad. El Salzburgo, sin alternativa, se ha destapado y ha empequeñecido al Barça, hasta el punto de reducirlo a la mínima expresión. Un error en el pase del portero Sergi Puig, impecable durante todo el partido, ha servido en bandeja el gol del empate a Hannes Wolf, el mejor jugador del partido.

El 1-1 de Wolf ha anestesiado al Barça, que sólo cogía aire con balonazos largos, buscando la carrera de Mboula, desaparecido en combate. El partido caminaba hacia un desenlace trágico porque el Barça no tenía argumentos para marcar el segundo gol. Y así ha estado. En el minuto 84 de partido, Wolf ha regalado el 1-2Daka Patson.

Los de Gabri, a base de orgullo, han conseguido jugar en campo contrario pero la reacción ha llegado demasiado tarde. El Barça ha acabado cayendo delante de un RedBull Salzburgo con infinidad de recursos, todos ellos sobre el césped del campo de Nyon en una segunda parte imponente. Los austríacos jugaran la final contra el Benfica, que eliminó al Real Madrid (3-2)