El Barça ha cumplido su parte, pero el Málaga no ha sido el Tenerife y el Real Madrid ha ganado el título de Liga. El Camp Nou ha sufrido hasta que ha aparecido el orgullo de un equipo que no se ha rendido y ha remontado a un gran Eibar.

Los tres puntos de los blaugrana no han servido para completar la carambola y se han despedido de la Liga 2016/17 con el amargo premio de la segunda posición. Y el que también ha tenido su despedida del Camp Nou ha sido un Luis Enrique que no ha vivido la fiesta completa. Tercera temporada del entrenador asturiano y la Liga se escapa por primera vez. El problema, sin embargo, no han sido los grandes equipos, sino los más débiles. Las derrotas contra Deportivo, Alavés, Málaga y Celta han acabado decantando la balanza y sentenciando a un Barça que ha luchado hasta el final.

Sensaciones contradictorias

Ha sido una noche de auriculares, transistores, de 'uis' en la grada y de sufrimiento en gran parte del partido. A pesar de todo, las sensaciones no han sido las esperadas. Si se necesitaba una victoria blaugrana y la derrota del Madrid, todo iba al revés. En Madrid se ganaba y en Barcelona Inui aprovechaba el primer despiste del Barça para dejar las cosas cuesta arriba.

El Barça ha empezado el partido muy a la espera, sin iniciativa, con problemas para sacar el balón e ineficaces delante. Cuando el esférico llegaba a la zona atacante, las ideas o la efectividad se diluía. Han tenido que pasar muchos minutos para recuperar la velocidad habitual, las transiciones letales y las ocasiones de gol. Pero mientras no llegaban, el partido ya iba a contracorriente.

Orgullo de subcampeón

Pero si las cosas iban mal, han llegado a ir peor. El Barça no estaba nada fino. Una, dos, tres y cuatro ocasiones clarísimas de gol falladas por el Barça. Ni Luis Suárez ni Messi estaban acertados y el equipo ha ido perdiendo moral. Los errores individuales han contrariado a un Barça que ha recibido el segundo gol de Inui en el minuto 61.

El Barça, sin embargo, no se ha rendido y el orgullo de los blaugrana ha aparecido. Un gol en propia portería del Eibar, uno de Luis Suárez y dos de Messi (con un penalti fallado) han cambiado el partido en quince minutos para despedir la Liga con una trabajada victoria.

El Camp Nou dice adiós al título

No ha podido ser. La carambola no ha llegado. Si hace 25 años en Tenerife se vivió uno de los grandes milagros de la reciente historia blaugrana, esta vez no ha estado así. El Barça ha competido hasta la última jornada, ha acabado ganando al Eibar y ha completado siete victorias consecutivas en un último tramo espectacular de Liga.

La fortuna esta vez no ha caído de la banda del Barça. Luis Enrique se despide del Camp Nou con victoria, pero sin Liga. El próximo sábado queda el último partido de la temporada contra el Alavés con el objetivo de levantar la Copa del Rey.