No ha sido fácil pero el Barça B lo ha conseguido: el filial blaugrana jugará en la Liga 1|2|3 la próxima temporada. Los de Gerard López vuelven a la categoría de plata después de empatar a 0 y hacer bueno el gran resultado de la ida.

Ni la voluminosa ventaja del Barça ha modificado los planteamientos de uno y otro equipo: los blaugrana no contemplan ninguna alternativa a controlar el partido mediante la posesión de pelota al mismo tiempo que el Racing siempre acostumbra a fiar sus opciones al contraataque. Las intenciones catalanas eran claras: no era partido para especular.

Competir sin pensar en el resultado de la ida

El partido se ha jugado como el Barça quería en un Miniestadi que ni ha registrado un aforo completo ni ha satisfecho las expectativas del club catalán, que esperaba en torno a 9.000 espectadores. Cardona se ha peleado como nadie contra Samuel i Mikel, centrales cantábricos, y Cucurella y Palencia han hecho daño desde las bandas durante la primera mitad. Aleñá no ha acertado en dos ocasiones claras y Gumbau tampoco ha podido materializar el dominio local.

Aunque el marcador no se ha movido antes del descanso, los aficionados del Barça no han visto peligrar en ningún momento la eliminatoria final del playoff de ascenso. Suárez, además, no ha tenido que realizar ninguna parada durante los primeros 45 y las aproximaciones visitantes han brillado por su ausencia. Que no pasara prácticamente nada sobre el terreno de juego era la mejor noticia para los intereses culés. Y que no funcionara la novedad táctica de Ángel Viadero, que ha apostado por un 4-2-3-1, también presagiaba un final feliz.

Poco futbol

En la reanudación, mismo guion. El Racing lo ha intentado con más ímpetu pero se ha topado con un Marlon muy sólido en el eje de la defensa y un Suárez que ha respondido cuando se le ha puesto a prueba. También ha respondido la afición catalana cuando la visitante ha dedicado cánticos poco amables al Barça, y lo ha hecho con la misma contundencia que han empleado los blaugrana para dominar sobre el césped.

Durante los últimos minutos, unos no han querido y los otros no han podido. Los jugadores han pagado el cansancio de todo el partido (y toda la temporada) y el ritmo ha acabado disminuyendo. Y el Miniestadi se ha dedicado a celebrar el ascenso.

El retorno del filial

El filial blaugrana vuelve a la segunda máxima categoría española dos temporadas después de su descenso. Los de Gerard López no empezaron con buen pie la difícil travesía por 2ªB pero han mostrado con autoridad que merecen volver al fútbol profesional. Y por el camino el técnico catalán ha conseguido consolidar jugadores como Carles Aleñá y Marc Cardona al mismo tiempo que otros como Cucurella han hecho patente que la Masia sigue formando futbolistas de mucho potencial futuro.

Punto y final: objetivo conseguido. EL Barça B ha hipotecado el cómo para centrarse en el qué y la próxima temporada será equipo de Segunda División. La política de fichajes llevada a cabo durante el invierno del año pasado se tradujo en la salvación el curso 2015/16 y este año ha tenido continuidad con un ascenso merecido desde la primera jornada. Para subir de categoría, el equipo ha dejado de lado al modelo de juego y de club. Sólo el tiempo y dirá si el fin acaba justificando los medios.