El conjunto de Sant Miquel del Fai, situado entre Bigues i Riells y Sant Quirze de Safaja, en el límite entre el Moianès y el Vallès, ha sido adquirido por la Diputació de Barcelona por 1,3 millones de euros. Este complejo, situado en el Espacio de Interés Natural de los Riscos de Bertí, tiene un alto valor cultural y paisajístico. La Diputació tiene la intención de abrir las puertas del Fai y permitir el acceso gratuitamente al lugar. La idea es convertir Sant Miquel en un centro de interpretación de los Cingles de Bertí, pero para adaptarlo se cerrará temporalmente el espacio a las visitas, para poder abrirlo de nuevo, ya adecuado, el verano de 2018.

Sant Miquel del Fai el Rossinyol Ricard Alemany y Quintana

Sant Miquel del Fai y el Ruiseñor. Foto: Ricard Alemany i Quintana.

Celebración

Mercè Conesa, la presidenta de la Diputació, ha estado hoy en Sant Miquel del Fai para exponer el proyecto. Ha asegurado que a partir de ahora se intentará garantizar a todo el mundo la visita al espacio permitiendo el acceso gratuitamente. Ahora bien, para evitar la masificación del espacio ha advertido que se instalarán controles en la entrada y se advertirá en las carreteras próximas la disponibilidad de plazas en el aparcamiento. Mercè Conesa ha destacado que a partir de ahora el monasterio empezará una nueva etapa que permitirá "conectar" el territorio de manera equilibrada, a través, entre otros, de un turismo "respetuoso y de calidad". La Diputació también quiere maximizar el potencial educativo del espacio. Por otra parte, pretende que Sant Miquel del Fai sirva para potenciar la economía de los territorios de la zona.

Cuevas de Sant Miquel del Fai Anthiro 57

Cueva de Sant Miquel. Foto: Anthiro 57.

Un monasterio con vistas

Sant Miquel del Fai combina elementos románicos y góticos en un entorno privilegiado, con cuevas, riscos, arroyos, lagos, saltos de agua... Es un lugar con unas vistas fantásticas, pero además tiene unos edificios únicos. La ermita de Sant Martí, del siglo IX, situada fuera del recinto monástico, es una típica iglesuela románica de montaña (con reproducciones de las pinturas originales en las paredes). En la plaza de la Abadía, encajada en las paredes de la montaña, encontramos la Casa del Priorat, un edificio gótico, del siglo XV, que estaba donde vivían los monjes durante el periodo de máximo esplendor de la abadía (aunque parece ser que nunca alojó más de diez monjes). Es un edificio muy bien conservado. Desde esta plaza se tiene una impresionante vista sobre el valle del Tenes.

130 Sant Miquel del Fai, escalera|escala Enfo que baja a la cueva

Escaleras de Sant Miquel del Fai. Foto: Enfo.

La iglesia de la cueva

Pero el edificio clave de este complejo es la iglesia románica de Sant Miquel, la que da nombre al complejo, construida en una gruta (uno de los únicos edificios en Catalunya de este tipo). Otro de los elementos atractivos son el puente de piedra del río Rossinyol, del siglo XVI, y el Pas de la Fodarada, del siglo XVII. No quedan muchos objetos decorativos históricos en el Fai, porque muchos de ellos fueron depositados en varios museos, pero se han colocado réplicas de los objetos originales. Eso sí, en la iglesia se conservan dos objetos que se encontraron en 1991 cuando restauraron el altar: una lápida sepulcral de Guillem Berenguer, conde de Osona en el siglo XI, y un recipiente de cerámica iraní del siglo XIII, procedente probablemente de los almohades.

Sant Miquel de Fai (Bigues i Riells) SantiMB

La iglesia de Sant Miquel, en la gruta. Foto: Santi MB. 

Cargado de historia

En Sant Miquel del Fai hay población, como mínimo, desde el Neolítico. El 997 los condes de Barcelona cedieron al caballero Gombau de Besora la zona de Sant Miquel del Fai, para que pudiera fundar un monasterio. La iglesia se consagraría en 1006. Pero no fue nunca un monasterio inmenso. En realidad, durante mucho tiempo dependió del monasterio de Sant Víctor de Marsella. A partir del 1567 Sant Miquel del Fai fue adscrito a la Catedral de Girona. En 1832, con las desamortizaciones, desapareció la comunidad monástica y Sant Miquel pasó a manos privadas. A partir de este momento se encargaron del culto los rectores de Riells, pero sólo se celebraban cultos religiosos ocasionalmente. La Casa del Priorat, durante algún tiempo, funcionó como hostal.

El alma de Sant Miquel del Fai

Este ha sido un lugar de inspiración de muchos escritores: sabemos, por ejemplo, que Jacint Verdaguer lo visitó con un grupo de escritores catalanes, valencianos y baleares en 1885. Josep Pla en este sitio se inspiró para alguna de sus obras, y por eso en el mirador encontramos una escultura suya, con su boina y su eterno cigarrillo. El valle del Tenes también tiene su propia leyenda: dicen que durante mucho tiempo estuvo poblada por paganos adoradores de Venus y ondinas. El arcángel Miquel fue el encargado de cristianizarla. Convertía dulcemente a algunos seguidores de Venus y, a los que se le resistían, los mataba con sus armas. Y a a las mujeres de agua, que eran inmortales, las encerró en el fondo de las pozas del río. Dicen que sus cantos se pueden oír en las noches de luna llena. E incluso hay quien asegura que esta noche, la de Sant Joan, se puede ver a las ondinas bailando y cantando en el río.

Naturaleza incomparable

tortuga tierra mediterrania pixabay (2)

El nuevo complejo de la Diputació está integrado en el Espacio de Interés Natural dels Cingles de Bertí, que forma parte de la Red Natura 2000. A nivel geológico tiene mucho interés, ya que por una parte los riscos son muy espectaculares y son muy aptos para visitas didácticas. Por otra parte, los saltos de agua, los pozos, las grutas y las cuevas son muy vistosos. Además, en el Fai se puede visualizar la formación de travertinos, una roca sedimentaria calcárea que suele aparecer cerca de las cascadas. En la zona de Sant Miquel del Fai se encuentran especies animales de gran interés, como el águila perdicera. Y también es uno de los pocos lugares de Catalunya donde hay poblamientos de tortuga de tierra mediterránea.