El escritor italiano Giuseppe Catozzella convirtió en novela la vida de Samia Yusuf Omar, la atleta de Somalia que corría para hacer realidad un sueño.
Samia nació el año 1991 en Somalia. Fue la primera de seis hermanos de una familia extremadamente pobre en uno de los países más extremadamente pobres del mundo. Al principio correr no era más que un juego, después la puerta a un sueño: poder participar en unos Juegos. Y Samia corría para conseguirlo. Corría aunque no tenía zapatillas para correr. Corría aunque no tenía ningún entrenador que la ayudara a mejorar su técnica. Corría huyendo de los fundamentalistas, que creían que las mujeres musulmanas no podían practicar deportes.
Y con 17 años recién cumplidos, el verano del 2008 Samia hizo realidad su sueño participando en los Juegos Olímpicos de Pekín. Corrió la prueba de los 200 metros. Quedó última pero el público reventó en una impresionante ovación en reconocimiento a su esfuerzo. "Quiero que me aplaudan para ganar. Lo prefiero a que me aplaudan para que vean que necesito apoyo. Con todo, la reacción de la gente me ha hecho muy feliz". Obstinada en sus objetivos, Samia se marcó el reto de participar en Londres 2012 y que en la capital inglesa el público la aplaudiera por ganar.
Cuatro años más tarde, en abril de 2012, Samia Yusuf Omar intentaba llegar desde Libia a la isla italiana de Lampedusa. El sueño olímpico se había difuminado y ya no intentaba llegar a Londres sino a Finlandia para reunirse con su hermana Hodan. La tragedia empezó cuando la patera en que viajaba fue interceptada por la guardia costera Italiana. En un último esfuerzo por llegar a tierra, Samia se lanzó al mar. Olvidó que sabía correr pero no nadar.
Una historia con un final triste pero iluminada por el recuerdo de Samia que, a partir de las vivencias de su hermana Hodan y de otras personas que la conocieron, como la periodista norteamericana de Al Jazeera English Teresa Krug, el escritor italiano Giuseppe Catozzella convirtió en la muy recomendable y emotiva novela Correr hacia un sueño.