La reventa de entradas la regula el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, una normativa que se aprobó el año 1982 en motivo del Mundial de Fútbol. Con la llegada de las nuevas tecnologías e Internet, ha quedado obsoleta, y actualmente la reventa de entradas online se encuentra en un vacío legal.

El cantante Alejandro Sanz ha reabierto la caja de Pandora de este tema que hacía muchos tiempos que no se discutía. El artista madrileño no pudo esconder más su indignación y explotó en una revolución a las redes sociales en la cual cada vez se están sumando más artistas.

La gota que ha hecho tirar el vaso

El músico ha iniciado una revolución denominada alianza anti-reventa contra las plataformas digitales que revenden localidades por conciertos a precios desorbitados. Alejandro Sanz ha firmado una declaración en la que pide al Gobierno poner el punto y final a esta práctica. Promotores, artistas y asociaciones de consumidores se han sumado a la petición. Joaquín Sabina también es una de las voces cantantes de esta revolución como damnificado por la plataforma Viagogo. Esta vendió entradas por un concierto de Sabina que todavía no se había anunciado oficialmente, y el precio era seis veces más caro del habitual.

A nivel internacional también hay otros artistas que hace tiempo que se quejan sobre la reventa de entradas a sus conciertos. Tal como recoge un artículo del diario inglés The Guardian, hace medio año se creó en Inglaterra la FanFair Alliance, una asociación que une artistas y fans que se encarga de velar por los intereses de las dos partes. Mumford & Sonidos, PJ a Harvey, Nick Cave, Artic Monkeys, u One Direction, ya forman parte.

Primeras reacciones políticas

En medio de tanta queja y demanda de cambios, los políticos empiezan a prestar atención al tema de la reventa de entradas. El Ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, se sacudió las pulgas diciendo que se trataba de un tema que no era de competencia estatal. Esta actividad se tiene que regular desde cada Comunidad Autónoma, pero parece ser que no hay ningún Ministerio que asuma este problema: 'Estamos mirando con otros ministerios, por vía de los consumidores, que podemos hacer, pero desde Cultura tampoco podemos hacer gran cosa' declaró Méndez de Vigo en una rueda de prensa después del Consejo de Ministros.

Por su parte Ciutadans ha hecho una proposición de ley en la que pide al Gobierno español regular la reventa de entradas. La formación naranja pide modificar el Real Decreto por el cual se aprueba el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas. Afirman que este decreto está anticuado ya que cuando se redactó no contemplaba el desarrollo de esta actividad vía Internet (por donde se compran la gran mayoría de entradas de reventa).

Las Comunidades Autónomas son las que tienen las competencias principales en esta materia, pero las asociaciones están en pie de guerra. El Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, dijo que abriría un expediente por el caso Springsteen en el estadio Bernabéu, pero todavía no ha hecho nada. En aquel caso, las entradas en páginas como Ticketmaster se agotaron en menos de dos horas, y la propia web redirigía al usuario hacia páginas de reventa donde los precios se triplicaban.

¿Dice la ley?

Según el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, está prohibida la reventa a la calle o ambulante de localidades. Esta normativa se aprobó el año 1982. Ahora, con el auge de Internet, empresas como Ticketbis, Viagogo o Seatwave, han aprovechado para crear el suyos negocios ya que la ley no dice nada sobre la reventa online. Estas páginas webs aprovechan un vacío legal.

El posicionamiento de estas plataformas es que no se trata de un vacío legal porque en el Derecho Español aquello que no está regulado se considera legal. Pero las asociaciones, los consumidores y los artistas quieren cesar esta actividad para siempre. Las empresas de reventa se defienden diciendo que ellas actúan como intermediarias y que simplemente se quedan un tanto por ciento. Afirman que su función es asegurarse de que la venta transcurre sin problemas y las dos partes obtienen su beneficio.

El problema y la queja aparecen cuando los precios de las entradas son desorbitados. Aunque la ley permita la reventa en algunos locales autorizados, dice que el precio no se puede hinchar más de un 20% sobre el original. Las empresas online dejan que el vendedor fije el precio que más le conviene. Una práctica habitual es la de gente que compra entradas para un concierto el cual no tiene ningún interés de ir, para después poder venderlas a fans que pagarían cualquier precio por ver sus ídolos.

¿Qué asociaciones se revelan?

La SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) y el APM (Asociación de Promotores Musicales) son dos entidades relacionadas con el mundo de la música, y por lo tanto tienen una firme opinión ante esta actividad. El presidente del APM, Albert Salmerón, afirma en declaraciones en El Nacional que desde hace unos meses se están implicando de lleno al encontrar una solución para el problema de la reventa de entradas "El caso de Alejandro Sanz y Joaquín Sabina han sido los desencadenantes". "Ellos han llevado el tema encima de la mesa y lo han hecho visible en el ámbito político y a los medios. Ya estamos dando pasos adelante y el gobierno muestra predisposición. Estamos ante un tema transversal que no entiende ni de derechas ni de izquierdas" asegura Salmerón.

Desde el APM se cree que la mejor solución sería obligar a que las entradas a los acontecimientos fueran nominales. "Localidades nominales, eso sería el ideal. Ahora bien, es una solución que comporta una gestión muy complicada. Aplicar el control persona a persona en conciertos de gran escala es muy difícil" afirma Salmerón. La Asociación dice que ahora mismo es primordial renovar la ley de 1982 y establecer sanciones que prohíban la reventa especulativa. "No es posible eliminarla del todo, pero una ley adecuada a los tiempos actuales hará disminuir esta actividad notablemente" añade el presidente del APM.

Con respecto al SGAE, el posicionamiento es muy similar, hecho que denota unión entre el sector. Según declaraciones en este medio, la asociación se suma y está en el lado de sus socios y de todos los profesionales de la industria que forman parte de la cadena de valor y de la promoción de la música en directo. La SGAE se siente afectada y perjudicada, y pide la regulación de la reventa de entradas con la finalidad que se regularice la situación actual que perjudica a todos los agentes del sector. La Sociedad de Autores y Editores considera que hace falta una colaboración conjunta entre promotores, mánagers y administración.

¿Cómo se lo hacen en el extranjero?

Hay muchos países que ya hace años que regulan la reventa de entradas. En Francia, la ley del 12 de marzo de 2012, instauró sanciones contra esta práctica. No está permitida la reventa de entradas con el fin de sacar beneficio personal, pero sí en caso de que la persona no pueda asistir al acto, si es así se tiene que justificar. Sin embargo la reventa será ilegal si la organización del acontecimiento no lo permite. En Francia las multas para realizar esta práctica ilegalmente oscilan entre los 15.000 y 30.000 euros.

En Italia también está controlado, y todo a partir de un escándalo que protagonizó Roberto de Luca, responsable de Live Nation Italia, en la televisión. De Luca va admentre que su empresa desviaba entradas al mercado secundario, la promotora colocaba las entradas a cambio de quedarse con un 90% del recargo que se pedía. Eso había pasado con el Concierto de Milán de Coldplay, las localidades se agotaron en pocos minutos y se venían entradas que originalmente valían 50 euros, por 1.050. Ante esta situación, el ministro de Cultura italiano, presentó a la Cámara de Diputados una enmienda a la ley de presupuestos para regular el mercado secundario de reventa.

Y si vamos más hacia el norte, en el Reino Unido, justo ahora empiezan las movilizaciones que ya se están traduciendo en acciones del gobierno. En el caso de la FanFair Alliance, cuenta con el apoyo de la Cámara de Lores británica. Se han propuesto frenar portales como Viagogo, Stub Hub o Seatwave. El desencadenante ha sido la llegada del popular musical sobre la historia del hip-hop Hamilton, el precio de las entradas se ha disparado hasta las 3.000 libras. El Parlamento británico pretende instaurar multas económicas y de prisión para los especuladores que utilizan softwares para acumular entradas, y permitirá a los promotores musicales demandar las reventas ilegales si así lo consideran.

Es evidente que el gobierno español está dispuesto a dialogar y actuar, y por ahora parece que el más probable es la creación de entradas nominales (como ya se ha hecho con el concierto de U2 que tendrá lugar el día 18 de julio en el Palau Sant Jordi). Sin embargo todavía no se sabe quién se hará cargo de encontrar la solución definitiva al problema. El tema de la reventa de entradas parece una patata caliente que se van pasando y nadie quiere coger. Es urgente sacar el polvo de esta normativa que fecha de 1982.