El ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, hacía público este miércoles que el autor catalán Eduardo Mendoza será el galardonado por el Premio Miguel de Cervantes, el más importante de las letras hispanas y dotado con 125.000 euros.

Más allá de la indudable calidad de los escritores premiados históricamente con este galardón, la elección de Mendoza ha hecho que se vuelva a comentar lo que es una evidencia: los autores premiados hasta ahora han sido circunscritos, todos ellos, a un campo ideológico que no incomoda, al contrario, a los responsables del Ministerio. La elección de Mendoza, además, de poner sobre la mesa la polémica sobre la exclusión de los autores en otras lenguas, también oficiales en el Estado, como el catalán.

Creado el 1975 por el Ministerio de Cultura de España, este premio es considerado como el Nobel de Literatura en castellano y reconoce la trayectoria de un escritor que con el conjunto de su obra haya contribuido a enriquecer el legado literario hispano. Es el máximo reconocimiento, pues, a la tarea de escritores españoles e hispanoamericanos. El Ministerio deja claro, eso sí, que quedan excluidos del premio a los autores que no escriban en castellano. “A este galardón puede ser propuesto cualquier escritor cuya obra literaria esté escrita, totalmente o en su parte esencial, en esta lengua", se puede leer en la presentación del premio.

Cuatro de cuarenta y dos

A lo largo de 41 ediciones del premio, tan sólo han sido cuatro los autores catalanes escogidos. Y ha sido, curiosamente, en los últimos años: hasta el año 2008 ningún autor catalán había sido merecedor del Cervantes. En los últimos ocho años, pues, el Ministerio ha apretado el acelerador y ha otorgado el premio a Juan Marsé (2008), Ana Maria Matute (2010), Juan Goytisolo (2014) y Eduardo Mendoza (2016).

"Sentiments i centimets"

Aunque los autores hayan pedido separar la ideología de su obra, lo cierto es que las declaraciones no han ido, muchas veces, por el mismo camino.

Juan Marsé, por ejemplo, fue una de las personalidades públicas que se opusieron a la independencia de Catalunya justo antes de las elecciones del 27 de septiembre del año pasado. Preguntado por el diario ABC, el autor contestaba que no era partidario de la independencia y lo justificaba con un lacónico “porque tengo otras cosas más importantes en las que ocuparme”.

El año 2012, en declaraciones en La Razón, Marsé profundizaba en este pensamiento. Irónicamente, aseguraba que le gustaría escribir en catalán una novela titulada Sentiments i centimets, “un buen título que define el problema que vive Catalunya hoy y lo que hay detrás, solamente capto las vibraciones y lo que veo en todo esto son sentimientos y economía”. Asimismo, aseguraba que no ve recorrido a la independencia. “Que se lo pregunten a los empresarios, a ver qué es lo que opinan ellos”, matizaba Marsé. Y también se mojaba sobre el por qué de escribir en castellano: “Porque me da la gana. No me considero en un gueto y tampoco soy una especie en vías de extinción”.

También Ana Maria Matute lamentó, en una entrevista en el ABC el año 2005, que la cultura catalana se "olvidara" de Goytisolo, Mendoza, Marsé y ella misma. Curiosamente, entrevistador y entrevistada citaban, años antes de ser premiados, los cuatro autores catalanes que han acabado siendo galardonados por el prestigioso premio. “Escribo en el idioma que pienso. Yo no sé si me siento muy catalana, lo que sé es me siento bien en Catalunya”, explicaba entonces la autora.

Violentar la ley

Tampoco Juan Goytisolo ha esquivado el debate. El año 2012, el autor fue uno de los firmantes de un manifiesto donde se aseguraba que los independentistas “se proponen violentar la ley democrática hecha por todos para todos”. Poco antes de recoger el premio, el año 2014, Goytisolo afirmaba que "es un disparate que la guerra de sucesión de 1714 se interprete como una guerra contra Catalunya”, y se mostraba "contrario a todos los nacionalismos, también el catalán".

En una entrevista publicada la primavera del año pasado, el barcelonés afirmaba en El Mundo, que “los independentistas están vendiendo humo, pero el Gobierno no está vendiendo absolutamente nada. No reacciona. De haber llegado a un acuerdo fiscal más favorable para Catalunya, todo el espectáculo actual no existiría”.

Eduardo Mendoza, como su predecesor, ha mostrado públicamente el rechazo a la independencia. "No hay motivos económicos para plantear una secesión, ni motivos políticos o de justicia. No faltan libertades", ha asegurado. Mendoza también ha explicado que el 27 de septiembre votó en contra de la independencia, y días antes de la Diada de este año participó en un acto de Sociedad Civil Catalana sobre el bilingüismo donde pidió luchar contra las "imposiciones" y aseguró que “forzar a que las personas hablen una lengua que no es la suya puede ser traumático”.

Esta semana, al día siguiente mismo de hacerse público que será el galardonado del Cervantes 2016, Eduardo Mendoza se desmarcaba de la polémica en declaraciones en una rueda de prensa: “En Barcelona no he tenido ningún problema. Ni personal ni oficial. De hecho tengo el premio de la Generalitat por mi trayectoria en castellano y catalán y soy bilingüe. No es ninguna rareza que un catalán escriba en castellano. Se agotaría el presupuesto del Ministerio de Cultura si premiasen a cada autor catalán que escriba en castellano”.

Papel polémico

El papel de los autores catalanes que escriben en castellano ha ido muchas veces acompañado de polémica. Muchos de ellos acumulan declaraciones lamentando los "agravios" que sufren por parte de las instituciones catalanas.

Aunque muchos premios españoles como el Cervantes limitan el acceso a las obras escritas en otras lenguas, muchas veces se ha cuestionado si los autores catalanes que escriben en otras lenguas, básicamente el castellano, tienen que tener un espacio en las muestras de cultura catalana.

El año 2007, cuando la cultura catalana fue la invitada de honor de la Feria del Libro de Frankfurt, los autores catalanes que escriben en castellano declinaron la invitación, según el entonces director del Institut, Josep Bargalló, porque no tenían libro nuevo en el mercado y porque querían ceder protagonismo a los autores que escriben en catalán. Entre estos había Eduardo Mendoza, Juan Marsé, Javier Cercas, Enrique Vila-Matas o Carlos Ruiz Zafón.

El año 2013, los responsables del Institut Ramon Llull se mostraban partidarios de "sumar" y pedían que esta actitud fuera "correspondida" por las instituciones españolas, después de que se decidiera invitar a autores catalanes que escriben en castellano en la Feria del Libro de París. El Institut lamentaba entonces que al Salón del Libro de Bruselas, donde el Estado español había sido el invitado, no se hubiera invitado a ningún escritor en catalán.

Priorizar el catalán

Con todo, el mes de marzo de este año, el nuevo director del Institut Ramon Lull, Manuel Forcano, explicaba sobre la presencia de escritores catalanes en lengua castellana en el stand de Ramon Llull que su tarea es difundir la lengua y la cultura catalanas: es decir, la lengua catalana. "A ver si en un futuro este debate se puede ampliar y podemos contar con recursos para promocionar autores catalanes que escriban en castellano". Forcano señaló que es una cosa que se podrá hacer en un futuro, pero se tendrá que pactar con el Instituto Cervantes.

Sobre esta cuestión, el conseller de Cultura, Santi Vila, dijo que "es evidente que cualquier autor catalán, en el margen que forme parte de la literatura catalana o castellana, formará parte de las expediciones en un criterio de excelencia y valoración por parte del país receptor. No tendremos ningún tipo de ánimo discriminatorio ni positivo ni negativo en ningún sentido". Vila recalcó que, "en un contexto de recursos migrados que ha habido y que todavía afecta a la misión de Ramon Llull, la prioridad, sin ningún tipo de dudas, es dar apoyo a la literatura catalana y la lengua catalana".

El conseller dijo en aquel momento que "sería difícil de justificar que en estas circunstancias presupuestarias, con una visión abierta de lo que es la cultura catalana, que es rica y plural, desviáramos muchos recursos a favorecer la literatura castellana que se produce en Catalunya por una cuestión de orden práctico". El titular de Cultura afirmó que "es importante que desde el punto de vista presupuestario en el corto y medio plazo que el  Ramon Llull favorezca a los autores de la literatura catalana y en catalán".