Con la caída del muro de Berlín, los libros de Karl Marx, de Mao, de Rosa Luxemburg y de Lenin cayeron en el olvido. Las librerías de viejo se vieron invadidas por los ejemplares de los clásicos del marxismo rechazado por sus antiguos fieles. Se había puesto fin al culto a Marx: las editoriales catalanas dejarían de editar durante muchos años sus obras y centenares de miles de ejemplares, en ediciones catalanas, soviéticas, cubanas o chinas, acabarían en el reciclaje de papel. Ahora, mucho tiempo después, empieza a haber autores que reivindican la vigencia del pensador revolucionario. En Estados Unidos, tras la victoria de Trump, el Manifiesto comunista de Marx y Engels se ha convertido en un gran éxito de ventas, junto con las obras de George Orwell (el autor de 1984 y Homenaje a Catalunya). Y la librería Taifa de la calle Verdi, por un día, se ha pasado al mundo de la edición y ha publicado el Manifiesto Comunista, en una traducción directa del alemán al catalán a cargo de Núria Mirabet. Una obra dedicada a José Batlló, el antiguo propietario de la librería, muerto el noviembre pasado. Una edición que quiere ser, también, una reivindicación de la vigencia del marxismo, tal como afirma en el elaborado prólogo el filósofo Santiago López Petit.

¿Qué es el Manifiesto?

El Manifiesto es, sin duda, el libro más leído de Marx. Mientras que algunos de sus textos más tardíos, como el mismo El Capital, las Tesis sobre Feuerbach o los Grundrisse son obras muy complejas, muy difíciles de leer sin una cierta formación filosófica y sociológica, el Manifiesto es un panfleto para todos los públicos (unas sesenta páginas de texto en la edición catalana). Fue un encargo de la Liga de los Comunistas, y fue redactado por Mark y Friedrich Engels entre 1847 y 1848. Como iba destinado a los trabajadores y militantes de base, era muy sencillo: de hecho se inspiraba en los catecismos. Parte de un análisis sociológico de la historia de la humanidad, basado en el materialismo dialéctico, y continúa con una propuesta de revolución comunista. En realidad, el Manifiesto no gusta a todos los marxistas. Algunos autores consideran que el "marxismo temprano" del Manifiesto comunista no es lo bastante maduro y apuntan que las tesis realmente marxistas sólo se pueden encontrar en obras más tardías y más densas como El Capital.

¿Más Marx que nunca?

La edición de Taifa de El Manifiesto aparece con un prólogo del filósofo Santiago López Petit, en el que reivindica la vigencia del marxismo, especialmente con respecto a la crítica del capitalismo. A pesar de todo, López Petit reconoce que Marx se equivocó al pronosticar que el proletariado acabaría con el capitalismo, porque el proletariado fue derrotado. A pesar de todo, López Petit afirma que "El capital es un poder social que entre todos reproducimos y que, sin embargo, pertenece sólo a unos cuantos". Y reclama la necesidad de "construir formas de contrapoder y lugares en los cuales habitar". El prólogo del libro, a pesar de todo, alerta sobre los peligros de la revisión actual del discurso de Marx: "Estar de moda es peligroso porque es la antesala de la desactivación de cualquier idea peligrosa"; expresa su miedo a que se acabe con el marxismo mediante "la banalización, la tergiversación y la apropiación". Pero mientras López Petit reivindica el marxismo, al mismo tiempo reconoce las dificultades para adaptarlo; reconoce que no se puede reivindicar al proletariado "como si no hubiera pasado nada", y se siente incómodo con la reivindicación fácil en nombre del "99%" de los "excluidos". El autor del prólogo reconoce que "el concepto de clase ha quedado estrecho" y que sufrimos de la falta de un "sujeto político" claro. Parece que el Manifiesto, hoy, ya no se puede usar como catecismo.

¿Marx sin revolución?

La izquierda ha tenido una larga tradición cainita: las divisiones en el mundo del marxismo han sido constantes, y las diferentes facciones se han enfrentado con gran ferocidad. En realidad, entre los que reivindican Marx en la actualidad tampoco hay mucho acuerdo. La reivindicación de Marx ha ido in crescendo en los últimos años, con la publicación de libros como Marx 2020, de Ronaldo Munck, de la Universidad de Liverpool (ed. Pasado & Presente). Pero hay fuertes diferencias en las reivindicaciones. Hay quien reivindica que el análisis sociológico de Marx es válido, pero no sus propuestas de futuro (de hecho hay quien, como el politólogo Víctor Lapuente, limita su valor a "un excelente estudio sobre miedos y esperanzas de un momento histórico trascendental para la historia de la humanidad"). Hay quien cree que su análisis sociológico y sus propuestas de futuro son válidas, pero hay que buscar nuevas estrategias para llevarlas a cabo. Pero hay, también, los que argumentan que reivindicar a Marx sin reivindicar la revolución es un contrasentido, porque la praxis era la base de sus teorías.

Actualidad de Marx

El libro de Taifa cuenta con una traducción esmerada (incluye incluso la traducción de los prólogos en las primeras ediciones extranjeras del Manifiesto) y con un diseño de gran belleza: con unas sobrecubiertas que se pueden transformar en póster. A las antípodas de lo que eran las célebres ediciones del Manifiesto comunista de la editorial Progreso de Moscú, tan leídas en los años setenta. En el diseño, como mínimo, es obvio que Marx se ha actualizado. Parece ser que su público también se ha actualizado bastante.

Marx para perezosos

Escaneig (3)

Y para los que ni siquiera sean capaces de leerse las 60 páginas del Manifiesto comunista, la editorial Malavida les ofrece la posibilidad de hacer una lectura de éste mucho más rápida, ya que han editado el texto en fanzine. Por 1,5 € pueden comprar la adaptación que ha hecho Dani García Nieto de la obra de Marx. El marxismo, aquí, realmente al alcance de todos los públicos.