Antes de convertirse en uno de los tipos más duros de Hollywood, Jason Statham se dedicaba a saltar desde el trampolín. Y la verdad es que no se le daba nada mal. De hecho, el prota de la saga Transporter llegó a formar parte del equipo británico en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
Como buen inglés, el primer deporte que practicó Jason Statham, fue el fútbol. Compartía equipo con su vecino y mejor amigo, Vinnie Jones. Sí, el mismo Vinnie Jones que se convertiría en uno de los futbolistas más despiadados que ha pisado nunca un rectángulo verde y el mismo Vinnie Jones con que Statham compartiría protagonismo años más tarde delante de la cámara.
El pequeño Jason se dio cuenta muy pronto que su futuro no pasaba por dar patadas a una pelota y rápidamente focalizó todos sus esfuerzos en su otra gran pasión: el salto de trampolín. De hecho, se convirtió en una obsesión, pasándose horas y horas en la piscina repitiendo saltos una vez y otra vez. A los doce años ya era miembro del equipo británico, llegando a representar en su país en acontecimientos como los Juegos del Commonwealth de 1990 en Australia y las Olimpiadas de 1992 en Barcelona.
Su papel en ambas competiciones fue más bien discreto, pero el tipo tenía percha y, descubierto por un agente durante un entrenamiento, cambió la piscina por el mundo de la moda. Statham se convertiría en la imagen de la marca de ropa French Connection, a la vez que hacía sus primeros trabajos en el mundo de la interpretación apareciendo a videoclips de bandas como The Shamen ("Comin' On Strong"), Erasure ("Run to the Sun") o The Beautiful South ("Dream a Little Dream of Me"). De hecho, el mundo de la farándula no le era ajeno: su madre era actriz y su padre cantante.
Statham se presentó sin ningún tipo de esperanzas al casting de Lock, Stock and Two Smoking Barrels. Guy Ritchie no sólo lo escogió para protagonizar el papel de Bacon, un matón de segunda, en su debut como realizador, sino que el ex de Madonna lo convertiría en uno de sus actores fetiches, convocándolo para formar parte de Snatch y Revolver, filmes que le valdrían el pasaporte en Hollywood donde ha protagonizado algunos de los títulos más taquilleros del cine de acción de los últimos años como, entre otros, las sagas Transporter y Los mercenarios, The Italian Job, Chaos, Crank, The Mechanic o Safe.