El CaixaForum acoge, hasta el 3 de septiembre, una exposición de Tony Oursler, uno de los grandes especialistas en arte multimedia, que iene obras expuestas en el MoMA de Nueva York, en el Tate Modern de Londres y en museos de todo el mundo. Incluso colaboró con David Bowie, en diversos proyectos, como el vídeo clip de "Where are we now", de 2013. La exposición, que se integra dentro el festival LOOP, presenta una instalación comprada hace dos años por la Obra Social "la Caixa", "L-7, L-5". Por eso se presenta en la Sala 2 del CaixaForum, donde habitualmente se muestran las obras compradas recientemente por La Caixa. "L-7, L5" se complementa con otra instalación, "Imponderable", que tiene una relación directa con la anterior, porque ambas exploran las conexiones entre el hombre y el mundo del misterio. De esta forma, según Nimfa Bisbe, responsable de Colecciones de Arte de la Fundación Bancaria "la Caixa", se pueden exponer juntas una de las primeras grandes obras de Oursler con la última de sus instalaciones. Y el artista neoyorquino se ha mostrado muy satisfecho de que su instalación más antigua "encuentre un nuevo hogar".

"L-7, L-5"

El título de "L-7, L-5" hace referencia a dos cosas muy diferentes: "L-7" era una fórmula usada en los años 80, en inglés, para designar a una persona muy cuadrada, poco imaginativa, y "L-5" era una forma de designar aquel espacio situado entre la Tierra y la Luna en que un objeto puede gravitar eternamente entre ambos cuerpos celestes. Alude, pues, a la incomprensión y al espacio exterior. "L-7, L-5" era una instalación que se presentó en los años 1980 y que rompía con los usos habituales del audiovisual en la época: en esta obra, que utiliza el vídeo como herramienta principal, Oursler esconde los monitores, disimulándolos en una bandera americana invertida, en una escultura, en un juego de cristales y en el reflejo de las estrellas. La pretensión era que el público disfrutara de una experiencia inmersiva, con los escasos recursos disponibles en la época. Oursler, de forma artesanal, exploraba lo que más adelante se explotaría continuamente en el vídeoarte mediante las nuevas tecnologías.

tony oursler ha centrado grande parte de su trabajo al observar como la cultura popular el cine y los medios de comunicacion c

"L-7, L-5".

Va de ovnis

Oursler quiso hacer esta instalación como una visualización de la confrontación entre gente que tiene diversos sistemas de creencias. Y quiso hacerlo consultando a gente que afirmaba haber tenido experiencias de contacto con alienígenas. Puso un anuncio en el periódico y contactó con una mujer que afirmaba haber contactado con una civilización extraterrestre. Y el elemento central de la exposición es la proyección del vídeo en que se ven los dibujos que hace ella de este encuentro. Oursler reflexiona que, al fin, las proyecciones que se hacen en la tierra, a través del reflejo de la luz, deben acabar en el espacio y afirma: "Me gusta pensar que a través del cine los alienígenas interpretan lo que pasa en la tierra". Por eso la última parte de la instalación representa un paisaje urbano con unas estrellas de cartulina de fondo, y sólo se puede deducir la existencia de monitores ocultos a través de las luces que se reflejan en las estrellas.

desde hace practicamente una decada la sala 2 de caixaforum barcelona sirve como espacio de exhibicion de la coleccion la c

Fotograma de "Imponderables".

"Imponderables": más que cine

"Imponderables" es un largometraje, de una hora y media de duración. Tiene actores y guion, como un filme convencional, pero el resultado es muy especial. Para esta instalación una parte de la sala 2 del CaixaForum se ha adecuado magníficamente como cine, pero como un cine peculiar, porque la película se proyecta con una pantalla que incrementa la sensación de 3D, pero además ofrece sensaciones suplementarias fuera de la pantalla. Se trata de una exploración sobre los límites del conocimiento donde el humor es omnipresente. Para hacerlo, el 2015-2016, Oursler exploró su archivo personal, con 2.500 objetos relativo al mundo de lo paranormal, y combinó la actuación de los actores con el montaje de efectos especiales y la recuperación de vídeos y fotografías antiguas.

El universo del abuelo

Tony Oursler parte en "Imponderable" del universo de su abuelo, el mago Charles Fulton Oursler. Se trataba de un escritor e ilusionista que llegó a ser famoso, en un tiempo, antes de la divulgación del cine, en el que los magos eran ídolos de masas. Oursler se enfrentó siempre a la oleada de espiritismo que se extendía por el mundo a finales de siglo XIX y principios del siglo XX (sólo hay que pensar en el impacto de Amalia Rodríguez en Catalunya). Fue muy amigo de Harry Houdini, que compartía su pensamiento, y juntos intentaron descalificar las pruebas científicas de supuestos fenómenos paranormales que aportaban los espiritistas. También entabló amistad con Arthur Conan Doyle, que por lo contrario, era muy crédulo y creía en cualquier tipo de teoría sobre seres sobrenaturales. A pesar de todo, el abuelo no era tan racionalista como pueda parecer: en realidad era muy místico y fundó una revista llamada Àngeles en la tierra, donde se explicaban encuentros de personas con ángeles. Hoy en día todavía existe. Todos estos peculiares personajes reales están presentes en "Imponderable".

Dedicada a Trump

Tony Oursler asegura que le parece fascinante averiguar quién tiene la autoridad en cuestiones místicas. Y ha querido dejar claro que no hace una crítica a las ideologías periclitadas. Por el contrario, ha destacado que hoy en día, aunque no esté de moda creer en hadas, mucha gente cree en fantasmas, y todavía más en teorías más "modernas", como en el pensamiento telepático. Y, todavía hoy, asegura que las estadísticas demuestran que los Estados Unidos están llenos de creacionistas: "Estas creencias que presento en mis obras han tenido un papel destacado en la elección del presidente de mi país".