La Universitat de Barcelona (UB) ha organizado un curso para intentar ofrecer herramientas pedagógicas para los trabajos de historia y memoria en torno a los genocidios y los crímenes de masas, y que se celebra este jueves y viernes, 11 y 12 de mayo en la UB. Genocidios y atrocidades masivas. Herramientas educativas y pedagógicas sobre historia y memorias quiere enfrentar el tema desde un punto de vista transnacional, estudiando casos bien diversos, desde el genocidio tutsi de Ruanda hasta los crímenes de las dictaduras latinoamericanas o las matanzas de los Balcanes, pasando obviamente por el genocidio judío. Pero también contemplan la realidad local, y por eso habrá también una visita comentada al Fossar de la Pedrera y al castillo de Montjuïc. El seminario cuenta con la participación de algunos grandes expertos, como la historiadora francesa Annette Wieviorka, especialista en el holocausto, Yves Ternon, del memorial de la Shoah, o el historiador Johann Chapoutot, que ha estudiado el nazismo y el colonialismo. Acabará con unas sesiones de debate sobre la enseñanza del genocidio, en los institutos, en los museos y mediante las nuevas tecnologías.

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Jordi Guixé, Bruno Boyer y Joaquim Prats.

Mirar el pasado pensando en el futuro

Jordi Guixé, director del Observatorio Europeo de Memorias, organismo coorganizador del acontecimiento junto con el DHiGeCS y el Memorial de la Shoah, ha dejado claro que es necesario estudiar el pasado porque nos puede enseñar caminos para el futuro. Y ha afirmado que los genocidios y los crímenes de masas no son una cosa ya pasada: "Pueden venir cosas peores de lo que hemos vivido. Esperamos que no, pero pueden venir. Nuestro presente no es blanco, frente a un pasado gris y oscuro. No aprendemos de las lecciones del pasado". También Yves Ternon, del Memorial de la Shoah, ha querido dejar claro que hay que prevenir: "Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial y se descubrió la realidad de la Shoah, se proclamó que Nunca Más volvería a pasar una cosa así. Pero Nunca Más es una fórmula que no tendríamos que usar nunca. No hay una esperanza de paz perpetua entre los pueblos, y por eso hay que prevenir los crímenes contra la humanidad, y si no se puede prevenirlos, sólo queda castigarlos.

Una memoria abre otra

Jordi Guixé ha querido destacar que los procesos memoriales acostumbran a encadenarse: "Cuando se abre una memoria, se abre otra". Apunta que cuando se inicia el debate sobre las dictaduras americanas o sobre el nazismo, finalmente se acaba hablando de la situación de España y de Catalunya.

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Los genocidios recientes

Ternon ha afirmado que muy recientemente ha habido crímenes de masas. Ha recordado la situación del Sudán, dónde se han cometido crímenes que quizá no han llegado al genocidio, pero que son gravísimos. Y ha afirmado también que el Daesh no es sino un grupo de genocidarios, que han actuado con lógicas genocidas contra los cristianos de Oriente, contra los chiíes y contra los yazidíes: tienen la voluntad de exterminar estos grupos. Es probable que las operaciones militares impidan que acaben su trabajo, pero su lógica es etnocida. Ternon destaca que en el siglo XXI el genocidio ha pasado de una lógica básicamente étnica a una lógica prioritariamente religiosa: hay la voluntad de acabar con ciertos grupos religiosas.

Imposibles de parar

Ternon ha querido dejar claro que es prioritario reforzar la prevención de los genocidios, y ha destacado el caso de Timor Oriental, donde los indonesios, a pesar de tener una voluntad genocida, no procedieron al exterminio de los timorenses por la presión internacional. En cambio ha subrayado que una vez se ha iniciado un genocidio sólo hay una solución, el exterminio del grupo criminal, como pasó con los Jóvenes Turcos, con los nazis o con los interahamwe hutus. Ternon ha querido dejar claro que la herramienta que tenía que ser clave para combatir los crímenes de masas y el genocidio, el Tribunal Penal Internacional, tiene graves problemas, pero apunta que hay que preservarla, "porque es la única que tenemos". Apunta que sólo funcionará cuando sea ratificada por las grandes naciones y sea capaz de juzgar a todos los criminales.

España en la cola

Jordi Guixé ha apuntado que aunque en el ámbito de la memoria se han hecho muchas cosas en los últimos años, España está en la cola en relación con los procesos memoriales, por detrás de países con gran tradición como Francia o Alemania, pero también de otros que se han involucrado recientemente en el tema como Chile o la República Checa. Guixé apunta que el recorte de presupuestos para políticas de memoria por parte del gobierno español ha sido grave: en la actualidad no hay presupuesto ni para excavar fosas comunes. Argumenta que eso no es correcto: "Hay tendencia a hablar de los otros y a pensar que no tenemos que hablar de lo que pasó aquí, y eso es hacer trampa. El gobierno español y los delegados de educación de las comunidades hacen trampa. Hace falta una tarea valiente de memoria, porque lo que pasó con la guerra civil y el exilio fue lo bastante traumático para que se acabe tratando a nivel social, pero también educacional".

Novela sí, espacio público no

Guixé ha destacado que la memoria histórica tiene un papel clave en la novela, en el cine y también en los estudios históricos. En este campo, no hay problema. En cambio, Guixé ha apuntado que estamos mucho más atrás en relación con los procesos memoriales en el espacio público. Ha calificado de vergüenza el mantenimiento del Valle de los Caídos, pero ha apuntado que en Barcelona mismo hay todavía bastantes dossieres abiertos: la estatua del negrero Antonio López, la prisión de mujeres de Les Corts, la misma Modelo... Y ha apuntado que hay que hacer más esfuerzos en los estudios de la memoria, que están viviendo un proceso de expansión en todo el mundo.