El cocinero Ferran Adrià ha asegurado que las obras de ampliación de su restaurante, El Bulli, están en la recta final. La reforma supone la ampliación en un 20% del emblemático restaurante de Cala Montjoi, en Roses, con el fin de crear el futuro Bulli 1846. En mayo se habrán acabado las obras estructurales, y a partir de entonces se procederá a reformar los interiores, que tienen que convertirse en un "laboratorio expositivo" dedicado a la gastronomía. Habrá un espacio dedicado a la lluvia de ideas, cubierta con una cúpula de fibra de vidrio.

Obras controvertidas

Aunque la ampliación del local parece resuelta, otros aspectos de la reforma no están listos, todavía. Por el momento no hay permisos para la reforma de los accesos y del aparcamiento y para la construcción del edificio de la entrada del complejo. Adrià asegura, sin embargo, que la tramitación continúa adelante y espera que el espacio entre en funcionamiento en 2018. Pero el problema es que el restaurante se encuentra en pleno Parque Natural del Cap de Creus, y la legislación en materia de construcción es muy restrictiva. En realidad, la ampliación prevista ya se tuvo que reducir de dimensiones por las protestas de las entidades ecologistas. El Ayuntamiento detuvo las obras del exterior del complejo en marzo de 2016 por falta de permisos, y ahora se está buscando una solución a este asunto.

Más que un restaurante

La idea de Ferran Adrià es que el Bulli 1846 sea una cosa diferente a un restaurante: "Habrá un equipo creativo de gente trabajando y haciendo investigación sobre la eficiencia en la innovación y, además, habrá una parte expositiva sobre el qué, el cómo y el cuándo de la creación gastronómica", asegura. Estos equipos recibirán visitas concertadas, de expertos, de escolares o de público en general, pero siempre en equipos reducidos.