Hoy se ha abierto la Feria del Libro de Ocasión Antiguo y Moderno, y lo ha hecho con un pregón de Joaquim Carbó, un autor que vuelve a estar de moda, con recientes reediciones de algunas de sus obras emblemáticas. Con este acto, se quiere homenajear a este autor. La feria, este año, agrupará a 35 libreros y estará abierta hasta el 8 de octubre. Más de 50.000 libros, algunos de ellos auténticas joyas bibliográficas, se podrán encontrar en los puestos del Passeig de Gràcia, entre Plaça Catalunya y Mallorca. El pintor y grabador Josep Moscardó ha elaborado el cartel de esta edición de la Feria.

65 Feria Llibre IMG 3150

Carbón por delante

Joaquim Carbó ha pronunciado el pregón, y una placa con su nombre ha sido fijada en el monumento Homenaje en el Libro, de Joan Brossa, situado en el Passeig de Gràcia esquina Grande Vía. En el pregón, el veterano escritor ha recordado a varios escritores que eran grandes amantes de las librerías anticuarias, como Joan Amades (hijo de librero de viejo) o Manuel de Pedrolo. Carbó ha reconocido que aunque le duele mucho deshacerse de sus libros, al venderlos a libreros de viejo se siente alegre al darles una nueva vida. Carbó ha recordado que las librerías de viejo salvaron muchas lecturas en los tiempos de la dictadura, en los que la censura impedía la publicación de determinados libros. Él mismo pudo familiarizarse con la lectura en catalán y con determinados autores prohibidos gracias a estos comercios. Para acabar ha reclamado el "derecho a vivir del propio trabajo" de los escritores y ha reclamado que se tomen medidas para que las producciones culturales se paguen y sus autores se beneficien de ellas.

66 FERIA DEL LIBRO OCASIO ANTIGUO Y MODERNO JOAQUIM CARBÓN 2

Olor de libro viejo

La Feria del Libro de Ocasión tiene un olor especial, el olor de los libros que no acaban de salir de la imprenta, sino que han sido leídos y releídos y mimados por las manos de los lectores. La diversidad es la característica principal del fondo mostrado: algunas librerías muestran, sólo, restos de edición o incluso libros de bajo precio editados expresamente para este tipo de ferias. Con 2 euros se puede conseguir un libro de mucha calidad. Otros, en las antípodas, tienen mapas, documentos antiguos, libros raros... Auténticas perlas que pueden llegar a valer mucho dinero. El público es tan diverso como el joven con pocos recursos que compra una magnífica traducción de un clásico por 3 euros, hasta el bibliófilo especialista en libros de Medicina del siglo XIX que ya visitaba la feria ayer, antes de la apertura, por miedo a que alguien le arrancara algún tesoro (bibliográfico, por supuesto).

Merma paulatina

La crisis afectó duramente a los libreros de viejo. Muchos coleccionistas tuvieron que restringir sus compras y se redujo la venta de ciertos tipos de libros. A eso se le sumó el impacto de la reducción del hábito de lectura entre los jóvenes, como consecuencia de la difusión de las nuevas tecnologías. Algunas librerías anticuarias han cerrado. La Feria, que llega a su 66ª edición, y que ya lleva 50 años en el Passeig de Gràcia, tiene menos puestos que hace unas décadas. Joan Ramon Riera, conseller de Cultura del Distrito del Eixample, tras agradecer a Carbó que le imbuyera el gusto por la lectura con sus libros para jóvenes, ha recordado que en un tiempo donde todo es efímero, donde todo se borra, los libros de viejo son bienes tangibles, de gran valor, y sus conocimientos quedan, son trascendentes. Y eso es de gran importancia.