El conseller de Cultura, Santi Vila, ha presentado hoy la encuesta Hábitos de lectura y compra de libros a Catalunya 2016, encargada por el Departamentode Cultura. Según esta encuesta, el número de lectores en Catalunya habría crecido en los últimos años: del 2012 al 2016 el porcentaje de catalanes que leen libros habría pasado del 62,3% al 67,8%. La Conselleria se siente satisfecha, porque esta cifra se sitúa muy cerca de la media europea: el 68%. A pesar de todo, un 12,3% de estos lectores no son lectores frecuentes, y todavía hay un 32,2% de catalanes que afirma no leer nunca (el 2012 era el 37,7%). Para realizar esta entrevista se ha recurrido a 1.200 entrevistas telefónicas.

Mejor percepción que la de los editores

La evolución de estas tendencias suele ser muy lenta, porque es muy difícil cambiar los hábitos lectores, y sorprende esta rápida evolución. En cambio, las cifras del Gremio de Editores sobre la venta de libros no son tan optimistas como las de la Conselleria y sólo indican un crecimiento tímido de la venta de libros, que todavía queda lejos de los tiempos de antes de la crisis. Hay por ejemplo, discrepancias entre los datos que aportan las encuestas y las cifras de ventas: mientras aumenta el número de gente que afirma leer revistas, muchas cabeceras han ido cerrando por falta de lectores. De lo que sí que no hay duda es de que se dispara  la lectura de webs, blogs y foros, que supera ya el 50% de la población y se sitúa en el 55% (en 2011 era sólo del 43,5%). El aumento del porcentaje de lectores de libros se debe, básicamente, al peso de las mujeres: el 73,4% de las mujeres lee regularmente, frente al 62% de los hombres (en 5 años las tasas de lectura de las mujeres se ha incrementado un 8,5% frente a un 2,3% la de los hombres). En cambio hay más hombres que leen diarios (el 85,1% frente al 78,8% de las mujeres), cómics (el 22,1% de los hombres frente al 6,5% de las mujeres) y webs y blogs (el 60,6% de los hombres frente al 49,7% de las mujeres). Por edades, quienes leen más son los jóvenes de entre 14 y 24 años (el 93,1%), pero después se reduce rápidamente (leen mucho por cuestión de estudios). El cómic, en cambio, ha dejado de ser una herramienta de comunicación juvenil, y ahora quienes lo leen más son los adultos de 35 a 44 años (el 25,7%).

Bolsas de no lectores

El estudio de la Conselleria pone de manifiesto que no ha aumentado la tasa de lectura de los que sólo tienen estudios primarios, que sigue situándose entorno al 46,5%. Tampoco ha variado mucho la tasa de lectura de los que tienen estudios universitarios (ha bajado del 87% en 2012 al 85,7% de 2016); en cambio crece del 65,8% al 69,9% el porcentaje de lectores entre los que tienen estudios secundarios. Queda claro que, a nivel global, crece más la gente que lee más por trabajo (aumenta un 6,4%), de la que lee por ocio (aumenta un 3,4%). A pesar de la frenética actividad de las bibliotecas públicas, disminuye el número de gente que va a las bibliotecas, del 36,5% en 2010 al 33,7% en 2016, y también se reduce el número de prèstamos bibliotecarios. Las mujeres no lectoras alegan mayoritariamente no tener tiempo para leer (un 53,4%), mientras que muchos hombres no lectores (el 44,5%) alegan abiertamente que no les gusta.

El catalán sí que progresa

Es palpable el crecimiento del número de lectores en catalán, como consecuencia, probablemente, del incremento del porcentaje de catalanes que han estudiado en catalán. En 2011 el catalán era la lengua habitual de lectura de sólo el 21,2% de los catalanes: ahora ya lo es del 27,4% (a pesar de todo si se pregunta a los catalanes en qué lengua era el último libro leído, una pregunta a menudo más fiable, la cifra se reduce al 21,7%). El castellano, a pesar de todo, continúa siendo completamente hegemónico: es todavía la lengua habitual de lectura del 70,2% de los lectores. Aunque el catalán crece en todos los territorios, el número de lectores en catalán se mantiene mucho más bajo en Barcelona y en Tarragona que en Lleida y en Girona.

La venta de libros se reduce

En 2012 la encuesta de hábitos lectores mostró los niveles más bajos de compra de libros: sólo el 45,1% de los catalanes declararon haber comprado un libro que no fuera de texto. Ahora el porcentaje ha crecido hasta el 48,6%, pero el balance no es positivo, porque la media de libros comprados por cada lector ha bajado del 7,8% al 7,2%, es decir, que el total de libros comprados, según estas cifras, sería menor (en cambio los informes de los editores indican un aumento de las ventas).