Los lectores de El Periódico son los únicos que este jueves no se han enterado de que el Govern ofrecerá 7.000 plazas de empleo público. Bueno, no se han enterado leyendo su diario porque todos los otros medios del país lo han explicado. De hecho, muchos titulan así la portada y/o la información principal sobre el debate de política general celebrado este miércoles y jueves en el Parlament. Era la propuesta estelar que el president Puigdemont presentó en el debate (y bien que se encargaron los spin doctors del Govern de hacerlo notar por tierra, mar y aire minutos antes de que el president la hiciera pública desde el atril).

Además, tanto los canales de tv como las emisoras de radio de la CCMA hablaron durante todo el día de la cosa. Es difícil que la omisión de un hecho tan notable sea un despiste.

¿Es El Periódico un diario insensible a la situación crítica del empleo? Todo lo contrario. Este mismo jueves abre la sección de Economía con una información muy interesante sobre esta materia, a propósito de la equiparación salarial de trabajadores temporales y fijos. Antes del verano también informaron tanto de las 300 plazas de profesor que Ensenyament quería convocar como de las 400 nuevas plazas de Mossos d'Esquadra anunciadas por Interior.

Una búsqueda rápida de la palabra "treball" en su web en catalán entre el 1 de enero y el 6 de octubre de 2016 ofrece 165 resultados. En castellano, buscando por "empleo" entre las mismas fechas, presenta 217 resultados, entre otros, ahora sí, la información sobre los dichosos 7.000 puestos de trabajo, publicada a las 18:16 de este jueves, que arranca así: "El anuncio estrella del 'president' Carles Puigdemont en el debate de política general son las 7.000 plazas plazas de funcionarios...". El anuncio estrella.

Claro que esta medida, anunciada por el president Puigdemont, tiene un punto electoralista. Y dos puntos quizás también. Todas las promesas de este tipo lo(s) tienen. Es justo optar entre destacarlo mucho (Ara y Avui lo dan a toda portada) o menos (La Vanguardia edita un subtítulo). Pero se hace extraño que no se diga ni mu, ni una sola línea, en las tres páginas dedicadas al debate por el diario del grupo Zeta, no digamos ya en la portada. Para ser justos, en primera tampoco lo lleva Diari de Tarragona. El resto de diarios, de papel o digitales, mucho o poco, sí. Cosa que demuestra, como mínimo, que el sistema informativo catalán disfruta de una saludable libertad.