Decidides. Set dones contra corrent (ed. Albertí) es un libro destinado a intentar superar el olvido de las mujeres en la historia de nuestro país. En esta obra Elisenda Albertí trata de recuperar personajes femeninos de finales del siglo XIX y del siglo XX que ocuparon posiciones profesionales destacadas, para mostrar que, pese a todas las discriminaciones, hubo mujeres que ocuparon puestos importantes a la esfera pública. En su libro se concentran las biografías de dos empresarias, una fotógrafa, una espiritista, una música, una pintora y una pedagoga. Con esta obra, Elisenda Albertí continúa la tarea que ya había empezado con otros libros sobre otros periodos como Dames, reines, abadesses o Catalanes medievals.

Amalia Domingo

Siete nombres, siete trayectorias

Pocas de estas mujeres son recordadas hoy en día: se sabe alguna cosa de la espiritista Amalia Domingo Soler, barcelonesa de adopción, y también hay cierto recuerdo de la empresaria Tecla Sala (porque hay un centro cultural de l'Hospitalet que lleva su nombre). Pero se conoce mucho menos sobre la fotógrafa Anaïs Napoleon (también llamada Anaïs Tiffon), la empresaria Emília Carles i Tolrà, la arpista Clotilde Cerdà (conocido como Esmeralda Cervantes), la pintora Emília Coranty, o la pedagoga Enriqueta Sèculi i Bastida, promotora del deporte femenino en Catalunya. Entre ellas encontraremos trayectorias vitales bien diferentes: desde una Enriqueta Sèculi, claramente comprometida con los movimientos de izquierdas, hasta las posiciones conservadoras de Emília Carles (que jugaba el papel caritativo que se esperaba de la esposa buena de un capitalista), pasando por una menos militante Clotilde Cervantes (que pasó de ser la artista favorita de la Corte española a formular críticas al autoritarismo). No se trata, pues, tanto, de mujeres feministas adelantadas a su tiempo en la reclamación de los derechos femeninos (a pesar de que algunas sí que fueron avanzadas en este terreno), sino de mujeres que triunfaron en la órbita pública, a pesar de todos los obstáculos.

Emília Coranty en su taller. Fotografía publicada en Feminal el 26 de julio de 1908.

De la fotógrafa a la empresaria

La primera biografiada es Anaïs Napoleon (1831-1912), una mujer que, con su marido, creó los estudios fotográficos Napoleon de la Rambla, los más famosos de la Barcelona de la época. La segunda, Amalia Domingo (1835-1909), era malagueña de origen, pero se instaló en Barcelona por sus vinculaciones con el movimiento espiritista catalán. Esta mujer, que durante toda la vida arrastró graves problemas de vista y económicos, se convirtió en una gran defensora del movimiento espiritista, pero además, se involucró en la lucha obrera, en el combate feminista, en la lucha anticlerical y en todas las luchas progresistas de la época. En cambio, Emília Carles (1848-1925) tenía un perfil radicalmente diferente: de muy jovencita se casó con su tío, que era millonario, en una boda de conveniencia. Al enviudar, a los 30 años, dejó la dirección de la fábrica en manos de un sobrino y ella se dedicó a la beneficencia, sobre todo en Barcelona, Cambrils y Castellar del Vallès.

Esmeralda Cervantes con 15 años. Grabado de La Ilustración Española y Americana del 30 de noviembre de 1876.

La arpista de la Corte

Clotilde Cerdà (1861-1926), también conocida como Esmeralda Cervantes, era hija de la esposa de Ildefons Cerdà y otro hombre. Aunque Cerdà la reconoció como hija, Clotilde vivió siempre con su madre, Clotilde Bosch, que la inició en el mundo de la música. Clotilde Cerdà destacó como arpista cuando era pequeña y esta niña prodigio vivió su infancia y adolescencia viajando de corte en corte con su arpa, y recibió el homenaje de reyes, nobles y músicos (incluso estuvo al servicio del sultán turco). Pese a todo, la arpista ingresó en la masonería y se pronunció en algún caso contra la esclavitud y algunas formas de explotación, con lo que perdió el favor del monarca español. Creó una academia femenina en Barcelona, pero la tuvo que cerrar por falta de financiación. Olvidada por casi todo el mundo, vivió los últimos años de su vida en Canarias, apartada del mundo musical, con su acaudalado marido. Emília Coranty (1862-1944) fue una pintura que, por la época en que vivió, se vio obligada a realizar "cuadros femeninos", de flores y naturalezas muertas, que le reportaron muy poco prestigio. Tecla Sala Miralpeix (1886-1973) nació en una familia muy rica de Roda de Ter, se casó con su primo y heredaron los negocios familiares. Ella participó decisivamente en los asuntos del matrimonio: destacó por sus inversiones y sus acciones caritativas en Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat y Roda de Ter. Enriqueta Sèculi (1897-1976) fue una de las grandes promotoras del deporte en la Catalunya republicana; su carrera se vio interrumpida por la guerra y se tuvo que marchar al exilio en América Latina, donde tuvo muchos problemas, también, por sus ideas adelantadas.

¿Hagiografías?

La autora opta por hacer un elogio sin matices de las siete biografiadas, y a veces los personajes, ante de tanta alabanza, pierden complejidad, profundidad y riqueza. Es obvio que las mujeres han sido discriminadas en la sociedad catalana y que hay que reivindicar su papel en la historia, tanto en el ámbito de los grandes personajes públicos, como en el trabajo diario, al hogar o a los centros de trabajo. Elisenda Albertí ha hecho un buen trabajo de búsqueda de personajes femeninos y ha conseguido recuperar del olvido a mujeres que habían jugado un papel importante en Catalunya (en realidada, algunas de ellas tuvieron que sufrir muchas dificultades, como se ve en Decidides). De muchas de las biografiadas, Albertí ha conseguido obtener informaciones ricas y variadas, procedentes de diferentes fuentes (a pesar de que de algunas, como Enriqueta Sèculi, hay grandes vacíos en el conocimiento de su vida). Y la edición del libro ha sido muy adecuada: si bien de muchas de las protagonistas hay pocas imágenes, esta obra incorpora fotografías de época relacionadas con estas mujeres y con el mundo que les tocó vivir. Decidides es un libro que nos ayuda a recuperar el papel de las mujeres en la historia catalana.

 

Foto de portada: Esmeralda Cervantes. Retrato de estudio del fotógrafo catalán L. Sánchez, firmado en Santa Cruz de Tenerife en 1903.