El tabloide madrileño La Razón ha quemado en su hoguera a cuatro diputadas de la CUP este martes. "Las antisistema de la CUP: 'pijas' con bonos del estado español", titula una especie de perfil conjunto de Anna Gabriel, Gabriela Serra, Mireia Boya y Eulàlia Reguant, con aroma de asesinato (de papel) por encargo. Las cuatro son presentadas como "el gobierno feminista de la CUP, violentas y agresivas", que en realidad esconden un origen acomodado, educación religiosa e "inversiones actuales (sic) en negocios en toda España".

La periodista que firma la cosa, Pilar Ferrer, no identifica ni una sola fuente ni aporta un solo documento ni referencia que acredite nada de lo que dice, en tono más bien insultante.

Asegura categóricamente que Gabriela Serra "ha comprado bonos del Estado español, casi 5.000 euros", según la declaración de bienes que la diputada ha entregado al Parlamento. En la declaración de bienes de Serra, accesible a todo el mundo, no figura nada de eso, ni de "inversiones en negocios toda España".

Esta falsedad, sin embargo, da paso a uno de los momentos más asombrosos del perfil: la autora se extraña de que Serra disponga de bonos que han sido "continuamente castigados" por "una elevada prima de riesgo", como si eso fuera una manifestación de patriotismo español no autorizada a una "independentista de izquierda radical".

De Anna Gabriel dice que "su sueldo en el Parlament (...) es de los más elevados de la Cámara". El dato es cierto; la información, no: todos en la CUP cobran un máximo de 2,5 salarios mínimos (1.686 euros mensuales), como decidieron los órganos de dirección del partido. A Anna Gabriel, en concreto, el Parlament le paga 5.800 euros, de los cuales se queda 1.400. El resto van al partido.

Los estereotipos más tronados sobre las mujeres aparecen en el texto. Para la autora, es un escándalo ser comunista si has estudiado en un colegio de monjas. Ser hija "de familia acomodada" implica que la militancia en la CUP es "jugar a ser antisistema". Nacer en la clínica Dexeus es "elitista". Es inacabable.

Quizás la confusión más grosera, además de machista, es la que dedica a Eulàlia Reguant (que ya no es diputada, sino concejala del Ayuntamiento de Barcelona): "Su vestuario actual, hecho de ropas muy por encima de su talla, revela su demagogia izquierdista de mal gusto". Tal cual. A Serra la llama "monstruita entrañable".

La foto que ilustra el reportaje es un grupo de mujeres de la CUP donde se rodea a las cuatro protagonistas y se les hace un resumen que justifique el titular. El pie de foto que le dedican a Anna Gabriel es el otro momentazo periodístico de primera: "Quienes la conocieron en su adolescencia en Andalucía cuentan que aspiraba a ser una gran hotelera". Es genial.

Y así, todo. Es un trabajo "de indocumentación" de primera categoría. David Fernández, el exdiputado de la CUP, a quien se cita como "zamorano" fundador (sic) de esta formación, ya dedicó en su momento un tuit irónico a la autora del reportaje: