El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se volvió a convertir en el protagonista (o más bien, antagonista) de la ceremonia de los premios Emmy. Y como es de imaginar, la velada no se caracterizó por enviar bonitas palabras y halagos al presidente, sino más bien por todo lo contrario.

Trump ha aparecido en varios discursos y bromas de la gala. Nada más empezar la ceremonia, Stephen Colbert cantó junto a varios nominados una canción, cuyo estribillo rezaba "El futuro siempre es más brillante en la televisión". En esta actuación, la actriz Julia Louis-Dreyfus —que intepreta a la presidenta de los EE.UU. en Veep— soltaba: "Imaginad tener un presidente amado por los nazis" (2:26 en el vídeo), en una clara alusión a Trump.

Acto seguido, durante el monólogo de Colbert, se empezaron a enviar mensajes aún más directos al presidente. "Estoy deseando ver esos tuits esta noche", decía el presentador, que más tarde recordó que aunque Trump ganó las elecciones presidenciales de 2016, él no fue el candidato más votado: "Al contrario que en la presidencia, los Emmy van al ganador del voto del pueblo", dijo.

Las palabras más duras hacia el presidente llegaron con la entrega del premio a mejor actor de reparto de miniserie o tv movie, presentado por Lily Tomlin, Dolly Parton y Jane Fonda, las protagonistas de la histórica serie De nueve a cinco. "En 1980 en De nueve a cinco nos negamos a ser controladas por un fanático sexista, egocéntrico, mentiroso e hipócrita", dijo Fonda, para que después Tomlin siguiera: "Y en 2017 todavía seguimos rechazando ser controladas por un fanático sexista, egocéntrico, mentiroso e hipócrita".

Pero aún no había terminado todo. Uno de los mejores momentos y de las mejores críticas a Trump en los Emmy fue durante el discurso de Alec Baldwin como mejor actor de reparto de comedia, precisamente por haber interpretado al presidente estadounidense en Saturday Night Live. "Señor presidente, aquí tiene su Emmy", dijo, en una interpelación directa que levantó las risas del público asistente.