El edificio histórico de la Universitat de Barcelona acoge, del 4 al 7 de octubre el Segundo Congreso Mundial sobre Gaudí, un acontecimiento académico organizado bianualmente por la Universitat de Barcelona y The Gaudí Research Institute. Asistirán al congreso 250 congresistas y un total de 50 expertos, procedentes de todos los rincones del mundo: Colombia, Chile, Estados Unidos, Canadá, Japón, Rusia, Alemania, Austria, Catalunya... Incluso vienen expertos de China, un país en el que Gaudí empieza a despertar mucho interés, después de que estuviera prohibido durante mucho tiempo como "arquitecto burgués".

Reivindicación del genio de Gaudí

Pere Jordi Figuerola Rotger, cofundador de The Gaudí Research Institute y uno de los organizadores del Congreso, reivindica a Gaudí como un auténtico genio: "Me gustaría que la gente de aquí viera que tiene un tesoro, y no sólo en el aspecto turístico". Y se siente dolido porque Gaudí estuvo "olvidado" durante décadas y que acabó siendo reivindicado por los japoneses y no por los catalanes. Figuerola ve con satisfacción el número creciente de alumnos de diferentes universidades catalanas que se dedican a temas relativos a Gaudí: de la Universitat Rovira i Virgili, de la Universitat de Barcelona, de la Universitat de Vic.

Valor de futuro

Figuerola define Gaudí y su obra como "un pozo de sabiduría brutal". Asegura que los conocimientos que el arquitecto tenía hace cien años son hoy desafíos para los científicos. Sirven como referente para especialistas en nuevas tecnologías, en matemáticas, en física... Pone como botón de muestra que algunos especialistas en Gaudí han acabado trabajando en el diseño de los trenes de alta velocidad alemanes. Y asegura que el origen del fractalismo también se encuentra en la obra de Gaudí. En realidad, para los organizadores del Congreso, Gaudí no es sólo un gran arquitecto del pasado, sinó un valor de futuro, un referente de innovación y de creatividad.

La continuidad de la Sagrada Familia

Figuerola, personalmente, no tiene ninguna duda sobre la conveniencia de continuar las obras de la Sagrada Familia tras la muerte de Gaudí. Afirma que Gaudí publicó dibujos de la obra acabada que no dejan lugar a dudas sobre cómo quería que fuera el templo. Y considera que aunque se tiene que adaptar la construcción a las normativas actuales, formalmente se está siguiendo el plano original. Por eso apuesta por concluir todo el proyecto diseñado por Gaudí.

La polémica

Figuerola tiene muy clara cuál es su posición con respecto a la polémica que ha surgido en los últimos días sobre la Sagrada Familia, desencadenada por las declaraciones del concejal de Urbanismo del ayuntamiento de Barcelona, Dani Mòdol, que calificó la basílica de "mona de Pascua gigante". Figuerola lamenta que "hemos maltratado entre todos a nuestro Gaudí" y asegura que si el arquitecto hubiera nacido en otro país sería mucho más valorado: "Todos los grandes arquitectos dicen maravillas de la Sagrada Familia y de Gaudí". Y concluye: "Tenemos que ser muy conscientes de la importancia de aquello que tenemos".