El pulso entre Donald Trump, el inquilino de la Casa Blanca, que quiere una América más grande, y las empresas de la revolución tecnológica y digital del Silicon Valley para hacerse con el liderazgo del futuro del cambio mundial, lejos de relajarse, se endurece.

En su reciente discurso presidencial ante el Congreso, Trump puso en duda el carácter "disruptivo" del que hacen gala las empresas del grupo GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) recalcando el carácter inventivo de la nación americana. Acercándose al cierre de su intervención dijo: "En nuestro 100 aniversario, en 1876, los ciudadanos de toda nuestra nación vinieron a Filadelfia para celebrar el centenario de América. En esa celebración, los constructores y artistas del país y los inventores mostraron sus creaciones. Alexander Graham Bell mostró su teléfono por primera vez. Remington dio a conocer la primera máquina de escribir. Un intento temprano se hizo en la luz eléctrica.Thomas Edison mostró un telégrafo automático y una pluma eléctrica". Y agregó: "Piensen en las maravillas que podemos lograr si simplemente liberamos los sueños de nuestro pueblo". Es en la América que cumplirá su 250 aniversario dentro de nueve años donde se esconde el genio, es decir, en su opinión, más que de "disruption", de ruptura, habría que hablar de continuidad.

Hay novedades internacionales importantes. Dinamarca ha decidido enviar un embajador a Silicon Valley. “Estas compañías se han convertido en una especie de nuevas naciones, y debemos reaccionar de alguna manera. Son empresas que tienen tanta influencia sobre Dinamarca como países enteros, sus movimientos son seguidos por millones de personas, son influyentes y en muchos sentidos cambian nuestra forma de interactuar con la tecnología y con el resto de la sociedad.”, declaró en una entrevista al diario Politiken el responsable del Ministerio de Exteriores danés, Anders Samuelsen.

Ante estas reacciones, Estados Unidos suspenderá a partir del 3 abril "el procedimiento premium", que se aplica a las visas H-1B, que permite a las compañías norteamericanas emplear a trabajadores graduados de universidades en varios campos especializados, incluyendo tecnología de la información, medicina, ingeniería y matemáticas. Las restricciones en este sector proveniente de la emigración ha hecho que empezara a correr un sentimiento negativo respecto al sector de la high tech en los mercados. La salida a bolsa de Snap, que se revalorizó el primer día un 44%, dio lugar a que se hablara de una nueva burbuja tecnológica, como la que se formó en el año 2000 y luego estalló.

Trump y su equipo buscan que Silicon Valley trabaje en colaboración con los sectores empresariales tradicionales y no que los coloquen en una crisis irremediable, tanto industrialmente como laboralmente

Las dudas no son sólo bursátiles. Robert Gordon, profesor de la Northwestern, ha señalado que "pese a la explosión de progreso de la era de Internet, el factor total de productividad -la mejor medida que hay para cuantificar la contribución de la innovación al crecimiento- aumentó en este periodo a un tercio del ritmo logrado en las cinco primeras décadas previas". En opinión del eminente profesor, se produjo un momento único en el crecimiento de la productividad y eso sucedió hace tiempo, entre 1920 y 1970. La electricidad, el teléfono y el coche fueron mucho más revolucionarios que las innovaciones actuales.

En conclusión, Trump y su equipo buscan que Silicon Valley trabaje en colaboración con los sectores empresariales tradicionales y no que los coloquen en una crisis irremediable, tanto industrialmente como laboralmente. 

En las últimas jornadas celebradas en Barcelona sobre la telefonía móvil, un hacker europeo contó que él estaba en noviembre en California mientras se celebraban las elecciones americanas. Escuchaba, dijo, las expresiones de alegría de gente que le rodeaba cuando los votos favorecían a Hillary Clinton. Pero, a medida que pasaba el tiempo, estados industriales como Pensilvania, empezaron a decantar el resultado a favor de Trump. Y el hacker pensó: "Aquella gente está votando a Trump para frenar a los geeks de California". Ese espíritu y el choque siguen vivos, y va a durar mucho tiempo.