El Ibex ha mantenido el ánimo alcista y el Eurostoxx ha revelado la resistencia europea al riesgo político avanzando pese a los atentados en París, que han afectado a Wall Street.

Hoy no ha sido un día ordinario. Mario Draghi ha afirmado que los riesgos deflacionistas en Europa han desaparecido, que el crecimiento de la zona euro es firme y se amplía, al tiempo que estamos ante una mayor recuperación en términos globales. Esto, además de ser una buena noticia, significa un aviso de que las políticas de estímulo del BCE están llegando a su fin.

De ese anuncio, que preludia alza de tipos, se han beneficiado Caixabank y Sabadell mientras ArcelorMittal subía con las ganancias que lograba el sector de los materiales básicos. 

El déficit comercial de la economía española creció el 38,4% en febrero y el petróleo Texas cayó por debajo de los 50 dólares. Pero el Ibex ha retenido los 10.377 puntos.

Fue Wall Street el que mostró un comportamiento más abierto hacia lo que ocurre en otras latitudes y los analistas percibían la preocupación por el riesgo de división de la opinión en Francia tras el atentado en los Campos Elíseos más allá, incluso, de lo que ocurra el domingo en las elecciones. General Electric triplicó sus beneficios en el primer trimestre. El Dow Jones subía el 0,34% a media sesión. Pero la necesidad de hacer un recuento de lo que está pasando quedó como una labor pendiente para el fin de semana.