El BCE tratará de frenar al euro y rebajar el tono de la última reunión. Desde que Draghi habló en Sintra el pasado 26 de junio, el EUR se ha apreciado alrededor del 4% frente al USD, casi la mitad de lo que ha ganado en el año. También en el mismo periodo, la rentabilidad del bono alemán a 10 años se ha incrementado desde el 0,25% al 0,55%. 

No son grandes proporciones, pero dan una idea de lo brusco que puede ser el mercado ante los cambios de política monetaria de los bancos centrales y el BCE en concreto. Aunque de cara  a las elecciones generales de Alemania en otoño, al BCE le gustaría contentan algo a los inversores alemanes, lo cierto es que los últimos datos de bajada de inflación en la UEM (y también en EEUU) y algún empeoramiento en alguna encuesta, le proporcionan una excusa para que rebaje el tono de aquella declaración. El mercado es ya consciente de que el ciclo de la política monetaria ha cambiado, pero a nadie le interesa tener un verano volátil en los mercados, justo antes de esas elecciones. 

Por ello no sería raro que la reunión de esta medio día de como resultado una toma de beneficio en el EUR y una ligera corrección de las rentabilidades. Las bolsas mientras seguirán más pendientes de los resultados empresariales que aunque aún son pocos, en general se están ajustando en Europa a lo esperado y en EEUU están siendo buenos. Gracias a eso ayer el Nasdaq y el S&P tocaron durante la sesión nuevos máximos.