El Ibex ha descendido un 0,04%, pero ha mantenido los 10.600 puntos, con lo que ha reducido sus ganancias en julio al 1,98%. La caída de los grandes bancos apenas se ha visto compensada por los avances de los valores industriales.

La inflación en el Eurozona en junio fue nula, dejando la tasa interanual en el 1,3%, en línea con las expectativas del mercado, desacelerándose desde el 1,4% en mayo. Este retroceso cuestiona la posibilidad de una modificación al alza de los tipos de interés del BCE, e incluso el cuestionamiento de las medidas de estímulo que el mercado interpretó en las declaraciones de Draghi en Sintra. La victoria de las fuerzas inflacionistas sobre las deflacionistas es muy corta. Esto no favorece a los bancos ya que sus márgenes de intermediación van a continuar de momento siendo reducidos. El Sabadell fue la excepción al recorte en el sector financiero.

En Europa se apreció la misma tendencia bajista mientras comenzaban las negociaciones del Brexit, donde lo más destacado son las contradicciones en el seno de un Gobierno británico muy debilitado, que ha optado inicialmente por demandar un periodo transitorio de dos o tres años a partir del divorcio en marzo de 2019.

En Wall Street se mantenía un optimismo moderado, con el Dow Jones subiendo el 0,01% a media sesión. Jornada muy plana, en suma.